Te regalo la Luna

Por Conmdemamá @CONMDEMAMI

Cuando ya no esté, de poco van a serviros las cosas materiales que pueda dejaros, más allá de alguna prenda de ropa en la que esconderos y oler mi cuello como hacéis ahora.

Por eso mi empeño en salir corriendo al mar cuando el día es soleado y cálido y el agua está en calma, y refleja los rayos del sol.
Por eso mi empeño en ir a la playa cuando el mar está embravecido y sus olas rompen con fuerza contra el espigón, mientras soportamos el frío y el viento en la cara, tapados con gorro y bufanda hasta las cejas.

Por eso mi empeño en alargar los días de verano y septiembre en la arena y junto al mar, hasta que el sol se pierda en el horizonte dejando el cielo naranja brillante.

Por eso mi empeño en salir a buscar la Luna cuando está tan grande, redonda y amarilla como el Sol, y deja su luz en el agua, a modo de camino que va de la orilla hasta el final de la línea que separa el cielo del mar.

Por eso mi empeño en que améis el cielo rosa, amarillo y naranja del atardecer, las nubes que dibujan formas y pintan en óleo luces cálidas sobre vuestras cabezas. Por eso mi empeño en que apreciéis cada pequeño detalle sinónimo de vida y de suerte.

Porque cuando yo no esté y os encontréis con todos esos tesoros... Estoy segura de que no podréis evitar sonreír, y correr a por vuestra cámara, y subir al coche mientras os ponéis rápido la bufanda, y gritar "¡QUÉ BRUTAL!" mientras conducís y descubrís un atardecer delante vuestro o un arcoiris tras la lluvia.

Porque cuando las personas nos vamos, lo único que dejamos, y que de verdad marca el alma, son nuestras vivencias, nuestros actos y la vida que hemos sido capaces de contagiar a nuestro paso.

Por eso... mi empeño en enseñaros a exprimir y disfrutar toda la belleza que os presenta cada día con cada nuevo amanecer, porque creo de corazón que siempre hay algo nuevo que descubrir, admirar y por lo que sorprenderse, incluso en la escala de los grises. 

Por eso hoy, mi vida, te regalo la Luna, su luz y su reflejo hipnótico en el mar. Porque aunque no te cabrán en los bolsillos, podrás guardarlos para siempre en tu corazón y en tu mirada.

Para cuando yo no esté.