No me gustaría empezar a analizar el disco sin decir que no considero a Tears For Fears un grupo electrónico pues, salvo los dos primeros discos, él último algo menos, su discografía cabalga por otros derroteros.
Todo es respetable, por supuesto, pero el grupo salió cuando el Tecno Pop tenía cabida con cierta facilidad en las listas y ellos utilizaron sintés, baterías sintéticas y programaciones para crear sus temas como muchos otros grupos.
Es un disco que aprecio, pues no es en su conjunto un disco tan fácil de digerir como sus singles.
Pale Shalter, Changes o la inmaculada Mad World (impresionante tema que aún hoy sigue siendo hipnótica y memorable) seguro que son recordadas por muchos que allá por el año 83 degustábamos este tipo de sonidos con corte moderno.
Cualquiera de ellos temas pegadizos y asimilables fácilmente por las radiofórmulas de aquellos años.
Pero The Hurting tiene más. Bastante más.
El fenomenal comienzo que da título al disoc The Hurting con ambiente algo opresivo.
Ideas As Opiates o Memories Fade son medios tiempos que ya nos indican que su fuente de inspiración no era precisamente la electrónica.
Surfer The Children un Pop electrónico entrañable que bebe mucho del sonido OMD.
Y para mí la fenómenal anomalía del disco es la tremenda The Prisioner. Sonidos angustiosos, obsesivos, coros del averno, electrónica áspera.
En definiva la joyita perdida del disco que no tiene nada que ver el resto de los temas.
Un disco cargado de electrónica pero no electrónico en si mismo.
Una producción a cargo de Chris Hughes que dota al conjunto de uniformidad y también de una ligera atmósfera de desencanto.