Respetar la identidad de los jóvenes y apoyarlos en la búsqueda de una institución es fundamental. Datos del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) estiman que en México cada día cerca de 3,500 jóvenes abandonan la preparatoria. Una de las principales razones es no haber elegido la institución correcta para ellos
Dado a la pandemia que se vive desde hace 2 años, las instituciones educativas reestructuraron sus modelos de estudio y se adaptaron a las necesidades educativas de los jóvenes, más allá de las clases virtuales e híbridas. Ante ello, elegir la preparatoria adecuada puede ser un proceso más desafiante, pero también ofrece la oportunidad de acceder a opciones que antes no existían.
En la educación media superior los padres de familia influyen de manera importante a la hora de elegir una preparatoria para sus hijos, por lo que su involucramiento durante toda esta etapa es esencial.
“Frente a un adolescente que desea expresar sus opiniones, saber que goza de libertad y sentir que toma sus propias decisiones, el mejor consejo es escuchar con agilidad. Y, si se trata de elegir cuál es la mejor preparatoria, la intervención de los padres y madres de familia es fundamental para dar guía y tomar juntos la mejor decisión”, asegura Abismael Reséndiz, Director Nacional de Prepa Tecmilenio.
De acuerdo con la American Academy of Pediatrics, durante la adolescencia los lóbulos frontales del cerebro aún se encuentran en desarrollo y en proceso de maduración. Como padres de adolescentes es importante empatizar y fungir como guía en la toma de decisiones complejas.
Los especialistas en Psicología Positiva de la Universidad Tecmilenio hacen las siguientes recomendaciones a los padres y madres de familia para ayudar a sus hijos a elegir la mejor preparatoria.
1.Tomar en cuenta su personalidad. Es fundamental saber y escuchar sus gustos, sus intereses y el cómo estos elementos se pueden ajustar a una opción viable para ellos.
2. Diferenciarlos de sus amigos, hermanos o conocidos. El proceso de comparación es natural, pero se debe evitar o exponerlo de forma abierta. Cada persona es única y no se debe esperar que cumpla los estándares de otros.
3. Evaluar el potencial académico de varias instituciones. Entre más opciones se tengan, más tranquilidad habrá cuando se tome la decisión correcta. Antes se debe comparar y evaluar los beneficios y el valor agregado.
4. Considerar que el modelo los inspire a encontrar su vocación y bienestar. El futuro de los jóvenes depende de su formación académica, y de asegurar su bienestar y el desarrollo de fortalezas para motivarlos en la toma de decisiones de su carrera.
5. Valorar la oportunidad de experimentar otras culturas durante su formación. Para complementar la formación académica, es importante que los jóvenes vivan experiencias, actividades y planes donde interactúen con grupos de culturas locales o extranjeras, impulsando una diversidad positiva
Una vez que se tenga la información suficiente, entonces se podrá tomar una decisión informada de cuál es la institución educativa que mejor se adapte a los intereses, propósito y personalidad del joven. En este momento, es importante que ellos sientan que están tomando la decisión por sus propios méritos. La labor como padre es poner la información en sus manos y guiarlo para que sienta el apoyo.
Fuente Comunicae