Parece que finalmente la tecnología 3D pasará a formar parte de nuestro día a día. Cada vez son más las películas que ocupan doble sala, dándote a elegir el formato en el que quieres verla. Los televisores ya no se conforman con ser planos, grandes y hasta interactivos y tras el golpe en la mesa de Nintendo con su portátil, los videojuegos también han iniciado su carrera por ser los primeros en alcanzar el equilibrio entre calidad y novedad. Aunque sí es cierto que hace algunos años, más de 20, Nintendo y Sega ya coquetearon con sus perífericos de lentes polarizadas.
Pero, ¿es todo la misma tecnología? ¿Hay alguna mejor que otra? ¿Merece la pena apostar por esta nueva corriente que parece que ha terminado de despegar?
En mi opinión, las respuestas a estas preguntas son: no, sí, sí. ¿Por qué? Pues bien, eso es lo que vamos a averiguar con estas líneas.
Antes de iniciar el análisis me gustaría aclarar que esta entrada no tiene intención de tratar con referencias científicas, no sé ni quiero saber cuál es el principio físico que produce tales efectos y estoy seguro de que si estás leyendo esto, es porque tú tampoco quieres saberlo. Me limitaré a describir, al nivel de un humano medio, las distintas tecnologías domésticas que hoy por hoy podemos encontrar en el mercado.
3D Anaglifo: El 3D de toda la vida, el de las gafas de cartón que venían con los cereales y que, de una manera más precaria, funcionaban igual que las que usamos actualmente. No nos costará mucho recordar aquellas fotografías de imágenes desdobladas, cada una con su color: rojo y azul (verde) que tenían que ser vistas a través de dichas gafas, con su papel celofán bicolor. Este formato conseguía que nuestro cerebro procesara dos imágenes distintas, una por cada ojo, pero que al ser realmente la misma producían el efecto 3D.
- Ventajas: ¡La imagen sobresale de la revista, cómo mola!
- Desventajas: La calidad de la imagen dejaba mucho que desear, sobre todo por la adulteración de los colores. Personalmente me producía dolor de cabeza.
El mecanismo de hacer que el cerebro procese una misma imagen dos veces haciéndole creer que cada ojo está viendo cosas diferentes es la esencia del 3D actual. La gran diferencia es la manera de hacerlo, que permite una calidad de imagen muy superior, tanto en resolución como en ganancia de color.
3D Side by side (SBS) activo: Esta tecnología es la que se empezó a utilizar en los cines cuando iniciaron de nuevo las proyecciones en tres dimensiones. Si hace algunos años vísteis alguna película en 3D recordaréis unas gafas algo pesadas con un sensor en el puente y unos cristales muy oscuros.
Actualmente Sony y Samsung hacen uso de este sistema para sus televisores. El funcionamiento es sencillo, cada lente se oscurece por completo simultaneamente 120 veces por segundo. Nuestros ojos no pueden percibir que durante un instante dejamos de ver la imagen debido a la velocidad de obturación pero el cerebro vuelve a procesar dos imágenes distintas, dándonos sensación de profundidad y relieve. Para ello no sólo necesitamos una pantalla con esta tecnología integrada, sino que también se requiere de un reproductor con capacidad para reconocer el formato, aunque cada día son más baratos. Las gafas requieren batería.
- Ventajas: Sensación 3D muy lograda. Lleva tiempo en el mercado, muchos fabricantes se han interesado por desarrollarla. Resolución completa para cada ojo.
- Desventajas: Viñeteo y vista cansada, en algunos casos. Gafas pesadas e incómodas -sobre todo para quien ya necesita llevar unas graduadas-, además son más caras y su autonomía es finita. Pérdida de brillo en la imagen. Pérdida del efecto con el cambio de ángulo de visión. No recomendable para niños.
En mi opinión, el punto débil del 3D activo son las gafas y su funcionamiento. Existe un fenómeo llamado Crosstalk. A veces, debido a la batería o a la calidad de las lentes el cierre en negro del cristal no es completo, dejando pasar la imagen. Esto proyecta una imagen fantasma que afecta a la nitidez y al enfoque.
3D Side by side (SBS) pasivo: Esta tecnología es la que vemos actualmente en todos los cines con proyecciones en 3D. De una parte hasta ahora hemos visto que las gafas han pasado de ser pesadas, muy oscuras y con un sensor en el puente a ser las que usaba Rick Astley en su juventud. Bastante más ligeras y sin batería.
Lg es quien ha decidido desmarcarse de las grandes compañías y apostar por este último sistema. El funcionamiento del 3D pasivo es idéntico en esencia pero diferente en ejecución. Si bien es cierto que también obliga a nuestro cerebro a ver dos imágenes distintas siendo la misma, la manera de hacerlo es muy diferente a la del pestañeo de la activa y más parecido al funcionamiento de las gafas de cartón.
El SBS pasivo desdobla la imagen y la reparte por píxeles. Es decir, hace que el ojo izquierdo, a través de la lente polarizada, vea los píxeles impares y que el ojo derecho vea los pares. El efecto es el mismo, el cerebro junta ambas señales y nos produce la sensación de profundidad y relieve. ¿Cuál es la pega de esto? Pues que obviamente perdemos resolución horizontal, en este caso no estaríamos disfrutando de una nitidez a calidad Full HD, sin embargo, cualquiera que haya disfrutado de una película con este sistema habrá advertido que la calidad de imagen es excepcional. Además no necesitamos ningún reproductor específico. Cualquier película con filtro en 3D será reproducida por el televisor.
- Ventajas: Gafas más ligeras y baratas. Menos fatiga visual. Menor perdida de brillo. Mayor ángulo de visión. Parpadeo inexistente.
- Desventajas: Menos sensación de 3D que con las gafas activas. Pérdida de resolución horizontal.
A mí personalmente me gusta más el sistema pasivo. He podido comparar la misma película en ambos formatos y en absoluto merece la pena sufrir los contras de la tecnología activa a cambio de la diferencia de calidad en la imagen.
Otra de las funciones que hablan muy bien a favor de la tecnología pasiva y en concreto de la patente de Lg es la modalidad Dual Play. Es algo con lo que no estaba muy familiarizado y que me ha sorprendido positivamente.
Con este modo en 3D no sólo podremos jugar con nuestra consola por HDMI en tres dimensiones, sino que además nos podremos olvidar de la pantalla partida en los modos multijugador. Funciona con unas gafas polarizadas con el cristal repetido, es decir, el jugador 1 tendrá unas gafas con dos cristales derechos y el jugador 2 tendrá dos cristales izquierdos en su montura. De esta manera conseguimos que cada jugador vea sólo su escenario a pantalla completa, haciendo desaparecer lo que el otro jugador ve.
Haciendo una síntesis de todo esto quizá os resulte más fácil decidiros por vuestro 3D, al menos esta información os ayudará a indentificar el tipo sólo con ver las gafas. Creo que no es mal momento para hacerse con una televisión con esta tecnología. Es cierto que en España son muy pocas las cadenas que emiten en alta definición, por lo que no se espera que nadie emita contenido en tres dimensiones a corto plazo, sin embargo es raro encontrar en el cine una película que no tenga su versión en este formato y cada vez es más fácil obtener contenido de calidad que nos hará disfrutar de nuestras tardes de ocio a otro nivel.