La evolución de los dispositivos wearables está cambiando la forma en que las personas se relacionan con su bienestar, pasando de un enfoque reactivo a uno preventivo, donde la tecnología se convierte en una aliada clave para el cuidado diario de la salud.
En los últimos años, la salud preventiva ha tomado un rol protagónico. El aumento de enfermedades crónicas, los problemas asociados al estrés y los trastornos del sueño han impulsado a las personas a buscar herramientas que les permitan anticiparse y tomar decisiones informadas sobre su bienestar. En este escenario, la tecnología cumple un papel cada vez más relevante.
Aplicaciones como Samsung Health, junto con smartwatches como el Watch8, permiten medir indicadores clave como la calidad del sueño, la frecuencia cardíaca, los niveles de estrés y la actividad física, entregando reportes personalizados que ayudan a las personas a comprender mejor su estado de salud y a generar hábitos más saludables.
“En Samsung creemos que la tecnología debe estar al servicio de las personas y acompañarlas en su bienestar cotidiano. Buscamos entregar información clara y continua que ayude a las personas a comprender mejor su cuerpo, adoptar hábitos más saludables y avanzar hacia una cultura de salud preventiva”, señala Bruno Bernal, Branding ecosistema Samsung Chile
Además, la incorporación de inteligencia artificial en este tipo de soluciones permite analizar grandes volúmenes de datos en tiempo real, identificando patrones y tendencias que facilitan una mirada más integral del bienestar. Esto no solo empodera a las personas, sino que también abre nuevas oportunidades para el acompañamiento médico y la prevención temprana.
De esta manera, contar con información accesible y constante sobre el propio cuerpo se posiciona como un primer paso para fomentar hábitos más saludables y una relación más activa y consciente con el bienestar.