Hace unos años atrás, en un barrio de mi país conocí a Francisco, un gran líder barrial que le echaba muchas ganas y paciencia cada año cuando funcionarios de la Alcaldía llegaban a "consultar" qué obras les interesaba a los ciudadanos del sector aunque solo aprobaran las que "por recomendaciones técnicas y presupuestarias podía cumplir la Administración".
Lo conocí en unas de las asambleas cuando fui parte de un observatorio ciudadano para la conformación y aprobación de los presupuestos participativos de esa zonal, donde a pesar de lo bien montadas que estaban las asambleas participativas, en las que no podían faltar los fotógrafos que buscaban buenos enfoques de multitud para demostrar el poder de convocatoria del Administrador Zonal en turno, esa reunión no sería más que un mero show montado para cumplir con una ordenanza municipal que así lo exigía: consultar a los ciudadanos qué obras querían aunque ellos harían las que les diera la gana. Como dice un profesor de la Cepal, los ciudadanos participaban, pero ellos (La Alcaldía) decidían.
Francisco fue uno de los tantos ciudadanos comprometidos con las causas de sus barrios, y muchos vivían historias similares, mendigando obras que alguna vez en campañas electorales les habían prometido.
Terminando las giras recorriendo muchos barrios donde se llevaban a cabo esas asambleas "participativas", entre tertulias con nuestro equipo surgió la idea de desarrollar una app donde el ciudadano se registre y proponga las obras para su barrio, y sean solo los habitantes del sector quienes pudieran votar y decidieran qué obras necesitaban, luego de verificar la factibilidad por parte de la Alcaldía pasaría a su aprobación y ejecución, pero... todo quedó en papeles. No se le dio paso a semejante locura que hoy en día en muchas ciudades del mundo son una de las herramientas más poderosas y utilizadas que vinculan a los ciudadanos y gobiernos para realizar proyectos de manera más democrática logrando que la interacción entre la población y el gobierno sea más efectiva y abierta. Estoy hablando de los presupuestos participativos online.
Por eso en este artículo trataré sobre lo aprendido colaborando durante los últimos años en territorio digital, la importancia de estas herramientas al igual que los diferentes aspectos que se deben considerar para defender su implementación.
Presupuesto participativo y sus principales ventajas
Aunque los presupuestos participativos no son una novedad en los gobiernos locales puesto que surgieron en Porto Alegre, Brasil hace más de 30 años, hoy son considerados uno de los mecanismos para encaminar la gobernanza de una manera integral anteponiendo la igualdad, la inclusión, el uso de las nuevas tecnologías y la construcción de ciudades más justas y sostenibles alrededor del mundo conectando a la población con los procesos de toma de decisiones.
Nos referimos a un proceso de intervención directa y voluntaria por parte de la ciudadanía, y por el cual contribuyen a las decisiones y redistribución de los recursos públicos para diferentes proyectos.
Realmente hablamos de 4 importantes hitos:
- Es un proceso continuo y que se realiza de forma anual y que permite dar voz a la ciudadanía desde su territorio.
- Se trata de un proceso de inclusión, porque permite la participación activa de cualquier persona sin importar su raza, género o condición, como adultos mayores, personas con capacidades especiales, migrantes, mujeres, incluso jóvenes y estudiantes según lo permita las leyes de cada país.
- Se fomenta el capital social al incrementar la participación ciudadana, reconociéndoles el derecho de proponer ideas y proyectos, discutir y tomar parte activa durante el proceso de toma de decisiones.
- Promueve la redistribución correcta de los recursos públicos, aunque aún hay mucho por trabajar, el promover la participación de todos los ciudadanos en este proceso, puede ayudar a destinar más recursos hacia las zonas más vulnerables.
Importancia de las tecnologías y herramientas digitales en los presupuestos participativos
El COVID-19 ha cambiado la forma de vida de muchas personas, para bien o para mal nos ha tocado vivir con la pandemia, adaptarnos a la nueva normalidad y con ello, los gobiernos locales están creando e implementando nuevas estrategias online promoviendo el uso de herramientas digitales para sus diferentes procesos, como el de los presupuestos participativos online.
Para algunas personas es mucho más fácil crear propuestas y hacer votaciones a través de dispositivos móviles que asistiendo a asambleas ciudadanas con apps, chatbots o redes sociales en tiempo real y desde la comodidad de su casa o trabajo reduciendo costos de movilización, optimizando sus tiempos y automatizando la participación.
¿Qué sucede con los ciudadanos de sectores donde no llega la digitalización ni el acceso al internet?
Los presupuestos participativos "cara a cara", han demostrado que los proyectos propuestos y votados por los vecinos son muy específicos para su sector, territorio o barrio, por lo tanto, no trascienden a nivel local complicando la tarea de lograr una transformación integral en sus ciudades, por tal motivo, las administraciones locales deben combinar mecanismos tanto online como en territorio para desarrollar mejores conexiones entre los ciudadanos y gobiernos locales a fin de aumentar la eficacia de la participación ciudadana
Así mismo, el resultado de implementar los PP online ha aumentado la participación, pero podría desencadenar en desigualdad en los sectores donde no exista un acceso digno a internet por lo que para mitigar posibles brechas digitales es fundamental combinar con formas tradicionales de participación como asambleas en territorio con el uso de las nuevas tecnologías y redes sociales como plataforma híbrida para conectar, comunicar, e involucrar a la comunidad para que nadie se quede atrás.
En los últimos años se han ido implementado en muchas ciudades del mundo mecanismos "híbridos" de presupuestos participativos en las que priorizan políticas públicas que incluyen herramientas digitales en territorio, o mejor dicho mecanismos de territorio digital, la implementación de las TIC en plataformas innovadoras para la de gestión de los fondos públicos y en la toma de decisiones.
Así pues, los presupuestos participativos digitales permiten a los ciudadanos votar online por la obra que ellos decidan sin perder el contacto directo que se consigue a través de las asambleas en territorio, donde los vecinos discuten ideas e inquietudes hasta concluir en proyectos factibles para su posterior votación.
Los Chatbots y los PP
Son herramientas desarrolladas con un mecanismo similar a los presupuestos participativos cara a cara, donde los gobiernos locales luego de socializar y capacitar sobre el uso de los chatbots, motivan a los vecinos para que se organicen y participen en el proceso.
Cómo funciona:
- Dándose de alta: escaneando un QR publicado en medios digitales, Francisco envía un mensaje de WhatsApp o Telegram para registrar sus datos personales, (nombres completos, cédula de identidad, correo electrónico) validándolos con su domicilio y ubicación en tiempo real, esto con el fin de verificar el alcance que tendrá al momento de subir o votar por alguna propuesta. En caso de que él no viviera cerca de determinado sector o no sea beneficiario directo de la obra que quisiera proponer, no podría subirla a la plataforma ni votar por la misma.
- Postular su propuesta: Luego de que Francisco junto con sus vecinos han acordado cuáles serían las obras que más necesita su barrio proceden a postularlas para el barrio o sector en el que residen. NO pueden existir propuestas duplicadas, es decir, no puede proponerse 2 guarderías en el mismo sector, 2 ciclovías para determinado barrio porque se dispersaría el voto de esas obras.
Al indicar la propuesta el chatbot le pedirá indicar a qué categoría pertenece, sea esta innovación, educación, cultura, movilidad y tránsito, medio ambiente, deportes, ferias y mercados, y seguridad, etc con el fin de redireccionar la evaluación y revisión de factibilidad al departamento correspondiente.
- Mocionar la propuesta: No es lo mismo votar que mocionar. Para ser elegida una propuesta debe haber personas que estén de acuerdo con la misma, quizas a Francisco le interesa la regeneración de una calle y sus veredas y que sea peatonizada pero a Pedro que tiene un auto y lo parquea exactamente afuera de su casa no le interesará esa obra, quizás le interese más la reparación de baches de determinada calle.
Allí entra el compromiso de todos los vecinos del sector, participando y apoyando las distintas propuestas que se hayan subido en la etapa previa mediante comentarios o "me gusta". Mientras más apoyos existan justificando la necesidad de la misma y de cómo una obra facilitaría la vida en caso de lograr su aprobación, habría más oportunidad de que entre a votación.
Quizás todos los vecinos quisieran votar por todas las obras, pero según los parámetros que el gobierno local implemente en la plataforma habría un límite de votaciones por vecino para que sea justa y equitativa la decisión.
- Factibilidad: Ahora le toca al gobierno local donde deberá analizar las propuestas según el número de apoyos obtenidos, seleccionando los proyectos factibles según criterios legales, técnicos o presupuestarios descartando las propuestas no factibles su correspondiente informe de evaluación.
Ahora sí, luego de presupuestar las que sí pueden ejecutarse llega la siguiente fase: La Votación.
- La votación: Publicadas las propuestas seleccionadas los ciudadanos ya pueden votar. Una vez finalizada la votación, podrán consultar en línea cuántos votos obtuvo su propuesta y si fue seleccionada para su planificación en el presupuesto del siguiente año y su posterior ejecución.
Los presupuestos participativos no terminan hasta su ejecución, sino exigiendo el cumplimiento de estas obras a través de observatorios ciudadanos y que esas propuestas no queden en el olvido, queda mucho por avanzar en la implementación de PP online en nuestras ciudades, mientras tanto y dure el proceso, recordemos el principio fundamental de las Naciones Unidas "poner a los pueblos en el centro del desarrollo y garantizar que nadie y ningún lugar queden atrás".