No termino de entender este circo de país en el que vivimos. “La fiesta de la democracia”, que se celebró hace ya 102 días parece que ha quedado en una resaca interminable que ni a fuerza de Alka-Seltzer se mejora. Llevamos tanto tiempo con esta milonga que hasta la gente ya ni se preocupa por lo que pueda pasar. La desafección sobre los derroteros políticos del país se aumenta ahora mucho más con esta perpetua amenaza de investidura-no investidura, conmigo o sin mi, 130, 161 o 199.
Todo esto, más la maresía de fondo que ha generado la corrupción en los partidos, no servirá más que para alejar a los ciudadanos de las cajas de plástico y de esa falacia de la que hablaba antes de la “fiesta de la democracia”.
Que nos alejábamos del bipartidismo nos dijeron. Y todos a aplaudir con las orejas. Nos hemos adentrado en el cuatripartidismo y no sé si esto es mejor o por lo que parece peor.
Mientras, los españoles, como Penélope, esperamos sentados y tejiendo. Va a salir una bufanda importante.