Telebasura: El jefe infiltrado

Publicado el 26 febrero 2015 por Elaltramuz @ElAltramuz

Después de un tiempo intentando digerir este programa y muchos otros, hoy ha llegado el día en el que me ponga a escribir un poco, y pasar lista que nunca está de más. La Sexta, actualmente cadena del grupo Atresmedia, se encarga de albergar el show televisivo "El jefe infiltrado", un reality show que consiste en que el jefazo de la empresa se disfrace de tal forma que sus propios empleados no le puedan reconocer para infiltrarse en determinados puestos de trabajo de su empresa para evaluar el rendimiento de sus empleados y los fallos de gestión que cada departamento pudiera tener.
Normalmente todo comienza de una forma un poco forzada, ya que muestran una imagen de cada jefe como el perfecto tirano, cabrón y extremadamente exigente para luego dar una sorpresa. Pero seamos claros, la mayoría de los jefes son unos auténticos cabrones para nosotros, y nuestra condición de sumisos nos lleva atener una imagen negativa de ellos, incluso teniendo a la Madre Teresa de Calcuta seguiría generando resquemor, es así.

¡Paaaaaz tio!

Pero no nos perdamos, os cuento un poco mi experiencia con este programa. Hace cosa de un mes, haciendo zapping una de esas noches de la semana en la que te apetece tumbarte en el sofá a tocarte los huevos, cuál fue mi sorpresa al contemplar que comenzaba aquello. A decir verdad no recuerdo con certeza si fue la curiosidad morbosa o que el mando a distancia me pillaba lejos lo que me llevó a hacer ese viaje a lo desconocido, y adentrarme en las entrañas de las empresas y ver como los jefes eran insultados por sus propios empleados. Todo un sueño. Pero no es que fueran insultos porque sí, sino que ellos al no saber quien es, y él al tener que hacerse pasar por el nuevo, le someten a todo tipo de novatadas en ocasiones, y algunos putadas con gritos o insultos. Me vais a perdonar, pero es que también lo entiendo, ya que todos, y repito TODOS son unos completos inútiles. Yo no sé lo que es llevar una empresa millonaria y gestionar todo aquello, pero por favor, si vendo ralladores de pan, (por ejemplo) digo yo que al menos sabré rallar pan con ellos, ¿no?
El caso es que se pasa cada día en un departamento con sus queridos empleados, ellos normalmente se encargan de quejarse de todo lo que funciona mal, pero un momento, un breve inciso. Tenemos que recordar que estamos en España, y aquí se juntan ambas cosas: que nos encanta quejarnos por todo, y que normalmente en las empresas para las que trabajamos no suele funcionar bien prácticamente nada. ¡Para que queremos más!
Los personajes que encarnan los empleados posiblemente os resulten entrañables e incluso empatizaréis con ellos a la perfección como me pasa en ocasiones. Y muchas veces se cagan en la puta madre del jefe por tener un sueldo de mierda, unas condiciones laborables de mierda, unos horarios de mierda, y todo tipo de mierda que tanto conocéis en vuestras quejas habituales. ¿Qué os voy a contar que no sepáis ya?
Mola mucho también cuando el patrón se pone a contar delante de la cámara todo lo que no le gusta y lo que hay que cambiar, así muy rollo "The Office". Hay ocasiones en que también le insultan de manera directa sin saber que es él a quien tienen delante, lo dicho, puro morbo.
Aunque resulta estúpido y absurdo que alguien tenga que prestarse a un programa en el que tengas que montar todo este circo para saber lo que falla en tu empresa, eso demuestra lo incompetente que eres.

¿Pizzas con borde relleno de qué?

Pero la traca final, y sobre todo el momento en que ya no das crédito a lo que estás viendo, es cuando llega la parte final, y aún con todo lo mencionado antes, ocurre un suceso que no es de esperar, al menos desde un punto de vista lógico. El jefe los sienta en el despachito, pero ya vestido con su traje  de millonetis y si es necesario incluso con la característica gomina (creo que hay una línea de gominas que sólo utilizan los jefes). Parece que cuando te haces rico te vuelves gilipollas y te da por usar gomina para peinarte hacia atrás y combinar colores extraños en la vestimenta. Bueno, los empleados se sientan para que el señor les pase informe y les comente todo lo que no le gustó al trabajar con ellos. Ellos acojonados se limitan a escuchar. El otro según el nivel de putadas que le hayan hecho se ensaña en mayor o menor medida, y con mucha cara de cabrón. Pero después de un severo correctivo verbal, se limita a decirles lo bien que curran, lo importantes que son para la empresa y no conforme con eso, suelta un cheque de entre 3.000 y 5.000€, según lo pringado que sea el empleado. Luego todos acaban llorando y fundiéndose en un cariñoso abrazo con el cabrón que les lleva puteando años. FIN.
Personalmente el formato no lo entiendo, claro que todo lo que copiamos del extranjero me parece terriblemente cutre. Esto no es otro que un reality más, algo que además de carecer de sustancia, nos enseña hasta que punto estamos sometidos por las manos que nos gobiernan. Una serie de circunstancias vergonzosas a las que están dispuestas a mostrar las propias empresas a todo el mundo vendiéndose a cambio de un poco de publicidad gratuita. No sé hasta que punto será esto positivo para las mismas, pero creo que mostrar tus carencias delante de tus clientes, o posibles clientes sea la mejor estrategia de marketing. Igual es eso cierto de que cualquier publicidad es buena, aunque sea mala. Posiblemente comprarnos con dinero es lo más fácil después de años de precariedad laboral a los que son sometidos muchos de ellos, o los otros que también trabajan allí y no tuvieron la suerte de toparse con el jefe infiltrado aquel día, y que no han visto ni un duro. Al final la sensación que te queda, y llamadme rebuscado, es que se te quede grabado a fuego el horrible mensaje de: "cónformate con el trabajo que tienes, que mira como están ahí fuera". Y una puta mierda para vosotros. No vais a lavarme el cerebro con este tipo de mensajes, y si pretendéis que nos creamos semejante espectáculo ya podéis comenzar a soltar cheques a todo el mundo y a emplear a la gente de una vez por todas. Propiedad de ElAltramuz.com