Repaso teórico
Como continuación al gran artículo publicado por Manil hace ya un par de años, hoy le dedicamos esta entrada a las comunicaciones durante nuestra actividad favorita. Descartando por motivos obvios las comunicaciones cara a cara, nos centraremos en las telecomunicaciones y en la necesidad de comunicar con gente que se halla a una distancia que imposibilita la comunicación directa. Intentaremos resolver dudas acerca de qué equipo conviene llevar en nuestras excursiones.
Primero desempolvaremos los apuntes de Lengua Española de ESO, EGB, Bachiller… (cada uno que escoja su etapa). Recordaremos todos que una comunicación es el intercambio de mensajes entre receptor y emisor a través de un canal y utilizando un código. Adicionalmente, debe haber un contexto común. Esto parece evidente, pero tiene más importancia de la que parece.
En primer lugar, tiene que haber un emisor (alguien que quiere y puede comunicar algo: por ejemplo, que necesita ayuda). Parece de Perogrullo: de nada me sirve el mejor teléfono satélite del mundo si la persona que necesita ayuda está sola e inconsciente o si la gente que la acompaña no sabe utilizar ese maravilloso equipo. No salgáis solos a la montaña y aseguraos siempre de que varias personas de las que os acompañan saben utilizar los aparatos necesarios para pedir ayuda en caso de emergencia. Si nos focalizamos en el aparato usado para comunicar, este aparato ha de poder emitir. De nuevo, de poco sirve un teléfono móvil con la batería descargada a no ser que queramos hacer una fogata y comunicar mediante señales de humo.
En segundo lugar, tiene que haber un receptor: algo o alguien que pueda recibir ese mensaje. Por ejemplo, mucha gente cree que es posible llamar con el teléfono móvil aún en zonas remotas en las que no hay cobertura (en el medio del océano, por poner un ejemplo) y esto no es cierto.
El mensaje se ha de transmitir por un canal. El canal es el medio utilizado para la transmisión y ha de ser compartido por el transmisor y el receptor. La reducción al absurdo sería una persona ciega chillándole a una sorda mientras que la persona sorda hace con gestos. Aquí el tema se complica: en el caso de las radiotelecomunicaciones, podemos resumir diciendo que han de utilizar la misma frecuencia y el mismo tiempo: el emisor ha de emitir cuando el transmisor está a la escucha. Ampliaremos este apartado más adelante.
En cuanto al código, se trata del lenguaje utilizado en la comunicación. En un dialogo cara a cara, se trata del idioma. Si las dos personas no hablan un idioma común, difícilmente podrán comunicarse. En el caso de las radiotelecomunicaciones, podemos decir que los aparatos de receptor y emisor han de utilizar tecnologías compatibles. De nuevo ampliaremos este apartado más adelante.
Finalmente, llegamos al contexto. En cualquier comunicación, ambos interlocutores han de compartir el contexto. La persona que recibe una llamada “Socorro: PC colgado” no sabe si tu amigo Pedro Centeno está inconsciente y colgado de un risco o si se trata de un problema informático. El mensaje ha de ser claro y conciso, pero lo suficientemente largo para que no dé lugar a malos entendidos.
Tras este repaso de teoría, volvemos a la pregunta original: ¿qué equipo utilizar? Ahora ya sabemos que los equipos emisor y receptor han de ser compatibles. Si nuestra intención es comunicar con algún conocido, esto es fácil dado que los adquiriremos juntos, por parejas. Ahora bien, si nuestra intención es poder pedir ayuda a gente desconocida… ¿Qué equipos llevan esos desconocidos? Adicionalmente… ¿Qué equipo nos permite tener un alcance suficiente para llegar hasta ese receptor? ¿Qué equipo va a saber utilizar la gente que nos acompaña?
Telefonía móvil terrestre
En pleno siglo XXI, la mayoría de nosotros tenemos y llevamos un teléfono móvil. Estos teléfonos funcionan intercambiando señales que tienen que alcanzar una torre de telefonía. El despliegue de las redes y la cobertura ofrecida depende de las estrategias de las diferentes empresas operadoras y estas estrategias se rigen sobre todo por criterios económicos. De momento el senderismo por zonas remotas no es un deporte de masas y no es económicamente rentable instalar antenas en dichas zonas. Es más rentable permitir a miles de turistas enviar sus videos de una mascletà que permitir a un escalador llamar al 112 (llamada por otra parte gratuita).
Como he comentado antes, si no hay cobertura móvil no es posible llamar dado que no hay receptor. En este caso el teléfono suele indicar “sin red”.
Otra cosa muy diferente son aquellas situaciones en las que el teléfono indica “solo llamadas de emergencia”. En este caso, tenemos cobertura, pero no de la operadora con la que hemos contratado el servicio. Esta operadora no nos permitirá realizar llamadas personales (no somos sus clientes) pero sí permitirá obligatoriamente que hagamos llamadas de emergencia (normalmente solo al 112).
Es importante insistir en que cualquier teléfono móvil permite llamar al 112 aunque esté bloqueado y no sepamos el pin o patrón de desbloqueo, aunque esté el número asociado dado de baja o cortado el servicio por impago. Por tanto, en caso de emergencia, no dudéis en buscar el primer aparato que haya a mano y recordad que podréis utilizarlos siempre y cuando tenga batería y haya cobertura de algún operador.
En una publicación posterior os hablaremos de Apps para Smartphone, junto con sus ventajas e inconvenientes…
Telefonía móvil satelital
Estos teléfonos son diferentes de los móviles “habituales” en que no se apoyan en antenas terrestres desplegadas por las operadoras. En su lugar se apoyan en una red de satélites. Esto nos proporciona una cobertura global (siempre habrá algún satélite de la red sobre nuestra cabeza así que nos bastará encontrar un lugar despejado en el que se vea el cielo). Sin embargo, se trata de aparatos voluminosos y costosos.
No sólo es caro el dispositivo, sino también el contrato asociado. Un ejemplo de tarifas a fecha de Julio 2018 sería de 63€/mes +1,2€/min de conversación. Además, el coste del aparato es de alrededor de 1000€… Para aquellos de vosotros que vayáis a viajar a zonas realmente remotas, es posible alquilar el teléfono por días y/o semanas, lo cual puede ser muy útil en expediciones.
Walkie Talkies
En cuanto a walkie talkies y emisoras, y volviendo a la teoría, recordaremos que emisor y receptor deben compartir canal y código. Básicamente, hemos concluido que emisor y receptor deben utilizar equipos compatibles. Si queremos comunicar con una persona en concreto, esto es fácil dado que podremos comprar una pareja de walkie talkies.
Si lo que queremos es comunicar con desconocidos (por ejemplo, para pedir ayuda) debemos plantearnos qué equipos lleva la gente al alcance, pero también las diferentes restricciones legales: En España es la SETSI (Secretaría de Estado de Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Información que ahora mismo pertenece al Ministerio de Economía y Empresa) la que regula el uso del espectro radioeléctrico (el uso de emisoras de radio, vamos), tanto en cuanto a la frecuencia (el canal) como en cuanto a la potencia utilizable.
Una potencia de transmisión más elevada nos permitirá que el mensaje transmitido alcance mayor distancia (que nos oigan desde más lejos). Sin embargo, a no ser que el receptor tenga también una potencia elevada tal vez no oigamos su respuesta cuando se cambien las tornas y sea él el emisor. En cuanto a la frecuencia, una frecuencia más baja tiene generalmente mejor propagación y también sortea mejor los obstáculos (permite rodear mejor las montañas, por decirlo de alguna manera). Sin embargo, una frecuencia baja requiere de emisores y receptores de mayor tamaño (especialmente las antenas).
Es muy curioso encontrar online en la página web de la Guardia Civil un folleto de rescate en montaña que dice “Lleva teléfono móvil o emisora en la red REMER (146,175 MHz) y comprueba antes la batería”. Como indica correctamente, esta frecuencia en España está asignada a la red REMER (radioaficionados voluntarios colaboradores con Protección Civil) y para poder utilizarla legalmente se ha de pertenecer a dicha red. Para ello es necesario cumplir dos requisitos: disponer de licencia de radioaficionado (pasando los exámenes oportunos en la SETSI, tras abonar las tasas correspondientes) y ser autorizado por la Dirección General de Protección Civil previa solicitud. Aunque sea la frecuencia utilizada por muchos refugios en el Pirineo (especialmente en Aragón), parece curioso que la misma Guardia Civil recomiende utilizar una frecuencia en la cual sería ilegal transmitir para la mayoría de la población…
Dejando de lado emisoras exclusivas de radioaficionados (ya hemos dicho que precisan de licencia y de superar un examen), hay otros colectivos que disponen de emisoras y/o walkie talkies con unos usos y frecuencias reservados: por ejemplo muchas federaciones autonómicas de caza. Dichas federaciones han adquirido unas frecuencias reservadas para su uso exclusivo, siempre utilizando equipos debidamente homologados y proporcionados por dicha federación (o vendedores autorizados). Estas emisoras o walkie talkies normalmente tienen una potencia y alcance considerables y solo pueden ser adquiridas por miembros del colectivo. Como el uso está controlado por la Federación correspondiente, es relativamente fácil que emisor y receptor coincidan. Sin embargo, este no es el caso de las Federaciones de Montaña…
Así pues, a no ser que seamos radioaficionados o cazadores en una batida, no nos queda durante nuestro deporte más que utilizar walkie talkies de uso público (sin licencia). Aquí hay dos elecciones claras: la conocida banda ciudadana (CB27) o los equipos PMR.
CB27
La CB27 anteriormente requería de licencia y es la conocida “emisora de los camioneros”. Tiene ventajas innegables: su frecuencia (27 MHz) y la gran cantidad de equipos vendidos durante décadas. La potencia máxima permitida de 4W nos permite alcances de una decena de kilómetros sin demasiados problemas. Los canales están relativamente estandarizados: el canal 9 se reserva para situaciones de emergencia, el canal 19 es el utilizado por camioneros y otros profesionales de la carretera y el 16 es el utilizado habitualmente por conductores de vehículos 4×4 en sus rutas por la montaña. Es relativamente fácil emitir y que a menos de 10-15 km haya un 4×4 o un camionero a la escucha. A priori, parece que todo son ventajas, pero un walkie talkie de 15 cm con una antena de 30cm más no es exactamente idóneo para meterlo en la mochila… Además, dicho walkie talkie tiene un precio que oscila entre 100 y 150€.
Walkie Talkies PMR
La otra banda de uso libre es la denominada PMR (Personal Mobile Radio). En este caso, la frecuencia se sitúa en el entorno de los 446MHz y la potencia máxima legal es de 0.5W. Ambas cosas limitan el alcance drásticamente y, aunque hay equipos que publicitan “hasta 10 km”, raramente superan los 3 o 4 en un entorno real. La frecuencia (15 veces superior a los 27MHz de la Banda Ciudadana) obliga a que haya prácticamente visión directa entre emisor y receptor. La potencia 8 veces inferior reduce el alcance drásticamente. La gran ventaja de estos equipos es que se pueden encontrar por poco más de 10€ y son muy compactos (similares a un teléfono móvil incluyendo la antena que no puede ser desmontable: ideales para llevar en la mochila). Esto, junto con la amplia comercialización en tiendas de electrónica, deportes, supermercados y hasta bazares hace que haya muchos miles de walkie talkies de este tipo distribuidos por Europa. Con ello, es también el tipo de walkie talkie donde más fácil será encontrar interlocutores y eso a pesar del corto alcance. Esto es a la vez un problema: es muy posible que haya otros grupos utilizando el mismo canal e imposibilitando la comunicación cuando sea necesario.
La banda de frecuencias asignada al uso PMR fue originalmente dividida en 8 canales. Como os podéis imaginar, con solo 8 canales era muy fácil escuchar y ser escuchado por otros grupos. Para minimizar las molestias, se incorporaron filtros por subtonos. Un walkie talkie programado para utilizar un subtono lo emitirá en todas sus transmisiones y solo recibirá las transmisiones que lo incluyan. Así pues, el subtono permite al walkie talkie ignorar llamadas que no usan el mismo subtono. Es importante señalar que sigue utilizándose la misma frecuencia, por lo que dos personas transmitiendo a la vez en el canal 7 y usando subtonos diferentes se interferirán y además no se escucharán mutuamente. Esto es útil cuando hay otros grupos usando el mismo canal y no quieres ser molestado por sus conversaciones, pero puede ser un gran problema si quieres ser escuchado y los posibles receptores han activado los subtonos. En aquellos equipos que permiten el uso de subtonos, el subtono 0 equivale a desactivar los subtonos.
Aquellos walkie-talkies que no permiten subtonos permitirán escuchar a todos los emisores (no buscan si hay subtono o no) pero las emisiones solo se escucharán en aquellos receptores que no tengan la función de subtono activa.
Con el tiempo, el uso de subtonos se volvió insuficiente para aliviar la congestión de los 8 canales en las zonas más pobladas y se añadieron 8 canales más (del 9 al 16). Dado que los canales 1 a 8 son comunes, todos los equipos PMR que utilicen estos canales son compatibles pero una transmisión en un canal superior solo podrá ser recibida en los equipos más modernos.
Iniciativa Canal7-7
Con los 16 canales actuales y los 38 subtonos, tenemos en un walkie talkie PMR moderno 608 combinaciones posibles. Con ello se vuelve casi imposible coincidir “por casualidad” con otro grupo de montañeros que además estén a unos pocos kilómetros de distancia (y recordaremos que hay que compartir canal y código para que la comunicación sea posible). En un intento de establecer un canal común para los montañeros, surge en España la iniciativa Canal7-7. Se trata de promover que todos los montañeros utilicen el Canal 7 con el subtono 7 de modo que las molestias se reduzcan (ya no oiremos por el walkie talkie al grupo de niños preguntando a su amiguete si el heladero ha llegado al camping) pero a la vez podamos comunicar con otros montañeros en caso de necesidad. No se trata de ninguna limitación ni obligación sino más bien de una recomendación para facilitar el contacto entre diferentes grupos de montañeros que se encuentren próximos.
Para finalizar, es importante recordar que la comunicación no siempre será bidireccional: es posible que por el entorno o las características de los equipos una persona escuche a la otra, pero no al revés. En ese caso y en caso de emergencia, no dejéis de transmitir “a ciegas” mensajes cortos, claros y concisos indicando el problema, la ubicación y las intenciones.
Por ejemplo.: “Aquí Pedro Centeno. Estoy atrapado por la nieve en el abrigo de Voro, en el término municipal de Quesa, coordenadas 39.065479N y 0.785417O. Tengo comida y agua para un día, pero no tengo ropa de abrigo para pasar la noche en la nieve. Transmitiré este mensaje periódicamente en el canal 7-7 cada 10 minutos y en el resto de canales 1 a 8 sin subtono. Permaneceré a la escucha 30s. Tras cada escucha y pasaré al canal siguiente en orden ascendente. Pido a quien me escuche que avise al 112.” Los cambios de canal facilitarán que alguien en otro canal pueda llegar a escucharos y el anunciar dichos cambios permitirá que alguien “se adelante” y os pueda responder una vez hayáis cambiado de canal (en el caso de equipos de rescate que se acerquen). Parece más útil que el ejemplo del principio… (Socorro: PC colgado).
Añadir también que existen equipos PMR digitales o dPMR446. Aunque utilizan las mismas frecuencias que los PMR analógicos no son compatibles (utilizan códigos diferentes) y de momento no están demasiado distribuidos.
Nota: por motivos obvios no he entrado en el uso de walkie talkies importados de mercados con legislaciones diferentes (China sobretodo…) y que permiten transmitir tanto los canales PMR como las frecuencias de cazadores, radioaficionados, REMER y hasta… de salvamento marítimo, con potencias completamente ilegales en España dado que su uso sería eso: ilegal y castigable incluso penalmente si se pone en peligro la seguridad de otros (como por ejemplo si con vuestra emisión bloqueáis transmisiones de la torre de control de un aeropuerto cercano, las de salvamento marítimo o de los cuerpos de seguridad).
Os recuerdo que, como he mencionado antes, las atribuciones de frecuencias en España las realiza la SETSI siguiendo las Recomendaciones de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT o ITU), organismo perteneciente a las Naciones Unidas. La UIT divide el mundo en 3 regiones, por lo que todo el artículo anterior es válido en la Región 1 de la UIT (Europa, África, ex Unión Soviética y parte de Oriente Medio). Las Recomendaciones, legislaciones y atribuciones de frecuencias en América (Región 2 de la UIT) o Oceanía y resto de Asia (Región 3) son completamente diferentes a las Europeas por lo que un walkie-talkie PMR no debe ser utilizado en dichas regiones. Hay que ser muy cuidadoso si cambiáis de región en algún viaje y comprobar que cualquier emisor de radio que podáis llevar puede utilizarse en la nueva zona.
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