JR Mora
No es la primera vez que escribo de esto pero es que clama al cielo. Telefónica en una reunión de inversores anuncia la eliminación del 20% de su plantilla de telefonía fija en España. El anuncio pilla por sorpresa a todos, sindicatos, Gobierno e incluso a la ciudadanía en general porque hablamos de una de las empresas más solventes de España y no precisamente genera pérdidas. En 2010 ganó 10.167 millones de euros, el mayor beneficio generado en la historia por una empresa española. Ésta es su manera de celebrarlo.
Poco después, para terminar de liarla, la empresa informa de que planea incentivos de 450 millones para sus ejecutivos y el reparto de 6.900 millones en dividendos. Alguien tiene que venir y explicarme muy detenidamente esto. ¿Cómo es posible que después de anunciar 7.000 despidos digas que vas a repartir ese ‘pastuzal‘ entre unos pocos. Es que se están riendo de nosotros.
Vuelvo a la idea de que los gobiernos que han aplicado y aplican medidas neoliberales, las multinacionales que han chupado la sangre de sus trabajadores y los bancos y entidades financieras que han matado en vida a millones de familias son los culpables de esta crisis que estamos pagando los ciudadanos y de la que nos intentan convencer de que podemos salir juntos entre todos.
No queremos salir entre todos de esta situación. Queremos que ellos, que nos han puesto con la mierda al cuello, sean los que se responsabilicen. Ellos son los que tienen que pagar las consecuencias de esta catastrófica situación en la que viven cientos de familias. Ellos son los culpables de todo y nosotros nos tenemos que apretar el cinturón. Ya está bien. Si a pesar de todo la gente no tiene motivos suficientes para volcarse a la calle y exigir responsabilidades apaga y vámonos.
Por cierto, según el señor Rodrigo Rato, presidente de Caja Madrid (actual Bankia), y ex-presidente del FMI, ya no estamos en crisis. Y sí, se ha quedado tan pancho. Siempre digo que la vergüenza no es cosa de pobres sino de ricos. En este caso me he equivocado. Éste, al igual que los de Telefónica, ni la han visto ni la han conocido.