A pesar de estar en plena crisis económica, el ritmo de la ciudad de Barcelona sigue siendo alto. Las inauguraciones de locales y edificios singulares son degoteo constante a lo largo del año. El último hito ha sido ‘Diagonal 00’, la sede corporativa de Telefónica en Cataluña que rompe (otra vez) el skyline de la ciudad, en este caso al norte de la ciudad, en el distrito 22@, donde se realizó el Forum de las Culturas 2004.
La Torre Telefónica aúna su presencia a la desembocadura de la Diagonal al mar aunque propiamente ese eje viario barcelonés tiene su origen en esa zona, cerca del rio Besós.
La multinacional española hace tiempo que necesitaba unificar sus servicios en un solo edificio. Sus necesidades habían hecho que dispersara su fuerza laboral por diferentes inmuebles. Con este edificio emblemático, de 34.000 metros cuadrados, conseguiría centralizar sus 1.200 trabajadores en un único lugar que además será la sede mundial del centro de I+D de internet y multimedia de Telefónica, dirigido por Pablo Rodríguez y que, en palabras del presidente Cesar Alierta “será un centro de referencia mundial”.
La cercanía con la futura sede de las escuelas de ingeniería de las universidades Politécnica de Catalunya y Pompeu Fabra, posibilitará un sinfín de sinergias y acuerdos de colaboración que potenciará la investigación en el campo de las TIC en Cataluña.
El edificio de 24 plantas, ideado por el del taller de arquitectura de Enric Massip-Bosch, tiene forma romboide asemejándose a un diamante visto desde el aire. Se ha construido en un tiempo récord, poco más de un año. El Consorcio de la Zona Franca de Barcelona (CFZB) obtuvo el derecho de superficie, propiedad del Ayuntamiento de Barcelona, por 50 años y ha edificado la torre con un coste final cercano a los 86 millones de euros. Telefónica ha formalizado un alquiler a 50 años y pagará 50 millones anuales los primeros ejercicios.
El director general de Telefónica en Cataluña, Kim Faura, ha señalado que este edificio será el centro neurálgico de Telefónica en Cataluña y el presidente del CZFB, Manuel Royes, ha afirmado que el objetivo es hacer de Barcelona un "polo de innovación".
El edificio estará abierto al público, ya que la planta baja tendrá un centro de demostraciones de las novedades tecnológicas, tendrá un auditorio modular con capacidad para 340 personas, que también será utilizado para acciones de formación puntuales por parte de la Universidad Telefónica, la universidad corporativa de la compañía con sede en La Roca del Vallès (Barcelona). En los bajos se ubicará un cibercafé que relacionará la entidad con los flujos urbanos. La planta baja se desarrolla en tres niveles interrelacionados alrededor de un atrio de 30 metros de altura que sigue la pendiente de la Plaza Fórum adyacente. Esta continuidad física y visual directa con la ciudad facilitará que la torre participe de la actividad ciudadana y que los ciudadanos participen de la actividad del edificio y lo puedan disfrutar.
Dentro del volumen del edificio se generan cuatro puntos singulares que dinamizan el conjunto y generan una experiencia variada del interior a pesar de tratarse de un programa relativamente convencional de edificio corporativo: el atrio del vestíbulo principal, orientado hacia la Diagonal, un atrio en la planta 17 y que llega hasta la coronación del edificio, orientado hacia la comarca del Maresme, la terraza de la planta 24, el doble espacio de la sala del Consejo, situada en la planta 23, y la sala de actos, que ocupa dos plantas y que se desdobla en una platea y dos anfiteatros que pueden ser independizados y funcionar autónomamente para grupos más pequeños.
Hay que destacar también su fachada consiste en un muro cortina modular de perfilería de aluminio blanco con un vidrio extraclaro parcialmente serigrafiado que amortigua la luz solar.