Encantadas están las multinacionales con Los Mercados y sus políticos. De hecho, comparten puestos y se intercambian directivos. Hoy estoy en esta multinacional, mañana me llama el FMI. Ayer era alto funcionario del Banco Mundial y hoy soy consejero de Telefónica. Antes era ministro y este año consejero de Acciona.
Y es que no hay nada como trabajar en comandita. Tu impones la ley –naturalmente la ley que me va bien— y yo la cumplo con creces, aunque se mueran los feos. Ese no es nuestro problema.
No me dirán que no son cifras redondas y que la celebración no vale la pena. Una maravilla. Y eso es fruto del esfuerzo de sus altos directivos, porque no sirve cualquier estómago para, en plena crisis, forrarse y encima despedir personal. Así es que hay que premiarlos, y qué mejor que repartirles, por ejemplo, 450 millones de euros.
Por no hablar de los diecisiete consejeros a los que se les destinará casi 28 millones de euros; un 66% más en 2011 que en 2009.
Sin comentar, por sabido, que estamos en el país de Europa con un Internet más caro y de menos velocidad, siendo Telefónica la punta de lanza de este oligopolio.
En fin, como todo el mundo puede comprobar, una maravillosa operación, soltar la tela a los que más tienen y, a la vez, soltar lastre (6000 trabajadores) que todavía les pesa.
Recordemos que Alierta, presidente de la multinacional, se sienta en un sitio preferente a la vera de Botín, cuando el presidente llama a su sanedrín económico, para que le asesoren.
Con ejemplos así, y gobiernos que les ayudan, para que queremos más. Allea jacta est. Sólo nos salvará, una revolución social. Las tragaderas están a punto de rebosar.
Griten todos conmigo !Viva Telefónica! ¡Vivan Los Mercados!
Salud y República