Teléfono de la esperanza

Publicado el 19 marzo 2010 por ArÍstides

JAMÁS SE HA CONQUISTADO UN CORAZÓN CON LA FUERZA de Moliére
El Sol saldrá a las 6.0h. y se pondrá a las 18.12 h.

En una época en la que prevalecen las nuevas tecnologías y se agrandan las posibilidades del ser humano, no podía faltar, como lo lleva haciendo desde hace 39 años, el Teléfono de la Esperanza. En él siempre hay alguien dispuesto a escuchar y ayudar durante las 24 horas del día y los 365 días del año. Quien llame se encontrará con una asociación que se declara apolítica, aconfesional y no lucrativa. Asimismo, encontrará personas que inspiran su buen hacer en unos principios de gratuidad de los servicios, anonimato, confidencialidad y respeto a la intimidad.

Las líneas telefónicas son atendidas por voluntarios con una actitud de escucha y dotados de una gran consideración por los problemas de la gente. Su preparación requiere de una amplia formación, que consta de al menos tres etapas: crecimiento personal, comunicación interpersonal y relación de ayuda, además de otros cursos complementarios organizados en colaboración con la Universalidad Pontificia de Comillas (Madrid).

A través del teléfono y por medio de una escucha activa los miembros que atienden las líneas pretenden “contribuir a la mejora de la salud emocional de las personas”. Para ello cuentan con equipos de profesionales que tratan de promover el buen estado de ánimo y, de modo especial, ayudar a aquellas personas inmersas en procesos de crisis individual, familiar o sico-social.

Para esos momentos de soledad, decaimiento, fracaso o necesidad imperiosa de estar con alguien existe el Teléfono de la Esperanza y tras él siempre una voz amiga, dispuesta a escuchar y dar ánimos, con la ilusión de que pueden ayudar desde el anonimato y con el convencimiento de que las personas disponemos de recursos propios para salir de las crisis.