El pasado lunes comentamos en este blog un video en el que el cantante Bertín Osborne insultaba y descalificaba con vehemencia a quienes discrepaban democrática y pacíficamente por la presencia y los discursos de Benedicto XVI en España. El foro no podía ser otro que Intereconomía TV. Pués bien, si sus palabras nos parecieron reaccionarias y retrógadas os recomiendo que escuchéis a Salvador Sostres explayarse sobre su gusto por las chicas jóvenes, que ”tienen olor a santidad, que parecen lionesas de crema, dulces (…) de estos pelos del primer rasurado, que aún no pican (…)”. El foro esta vez fue Telemadrid, la madrina Isabel San Sebastián y el público niñas y niños de Marruecos, de quienes dijo que “allí ya van sueltos“. Indignante. Arturto Pérez Reverte, Sánchez Dragó, Bertín Osborne, Salvador Sostres,… ¿Hasta cuándo?
Salvador Sostres, lejos de disculparse y pedir perdón, ha denunciado la filtración del video, que ha calificado como “conversación privada“, en la falsa creencia de que ello le exculpa. Claro que peor aún es la actitud de Isabel San Sebastián, que ha decidido lavarse las manos ante esta polémica, bajo el argumento, tal falso como falaz, de que “hay cosas más importantes en el país“. En cualquier caso, y por muy bien que la conozca, quien no deja de sorprenderme es Esperanza Aguirre. Hace suyas las justificaciones de Salvador Sostres, reitera que se trata de “una conversación privada” y añade que éste no es un asunto de su “incumbencia“. Olvida que Telemadrid es un medio de comunicación público y ella su máxima responsable. Me sumo a la petición de dimisión de Salvador Sostres, hecha por Izquierda Unida, por misógeno, machista y racista; sólo me cabe hacer extensiva este propuesta a Isabel San Sebastián y a la propia dirección de Telemadrid. La cadena apesta a rancia.