El éxito de Netflix o de cualquier red de televisión que de forma económica te permita seleccionar tus contenidos, es que se basa en una máxima cada vez más evidente: “La audiencia quiere el control, quiere la libertad de elegir”. Y así es.
Kevin Spacey – sí sí, no Ben Afleck… que ya ha copado demasiado protagonismo en Internet
La audiencia quiere el control. No sólo de la Tv sino de cualquier canal de comunicación existente. De ahí el éxito de las redes sociales. Tú decides a quién sigues y a quién dejas de seguir, a quién escribes y a quién no, a quién admites en tu comunidad y a quién no, quién quieres que te lea…
“Nosotros [la Tv] aprendimos la lección que la industria de la música no quiso aprender: Dar a la gente lo que quieren, cuando lo quieran, de la forma en la que lo quieran consumir y, sobre todo, a un precio más que razonable” (Parte del discurso de Kevin Spacey)
Y, de todas formas, no sólo los gustos y la forma de consumo de la audiencia están cambiando; el modelo de televisión tradicional no podrá subsistir mucho más al ritmo de gasto que tienen ahora mismo. “El pasado año [en EEUU] se hicieron 113 episodios piloto. De ellos sólo 35 se emitieron y tan sólo 13 sobrevivieron y fueron renovados. Este año son ya 146 pilotos, de los que se han emitido 56… Mientras el coste [de todos esos pilotos sin futuro] asciende a entre 300 y 400 millones de dólares por año”.
Difícilmente una televisión que es cada vez menos vista podrá seguir haciendo frente a este tipo de “malgasto”.
¿Quién ve la Tv y cómo se consume?
El consumo de la televisión tal y como hoy la conocemos ha decrecido considerablemente en los últimos 3 años, especialmente entre los jóvenes de 18 a 24 años, como refleja el último estudio de Nielsen.
Las nuevas generaciones, incluso las no tan nuevas en la que me incluyo, nos hemos adaptado rápidamente a los cambios, queremos Tv a la carta, de calidad y barata. Y eso un canal tradicional no puede dárnoslo. Y mientras la televisión pierde audiencia, los móviles, las tabletas y, sobre todo, las redes de contenidos televisivos “low-cost” adquieren cada vez más adeptos a pasos agigantados.
Hablando mal y pronto, queremos consumir lo que nos dé la gana, cuando nos dé la gana, y desde el dispositivo que nos dé la gana.
Las cadenas de tv se quedan muy atrás en este tipo de servicio. Sin ir más lejos, TVE1 (la televisión pública española) no puede verse en Internet desde un ordenador en el extranjero… ¡Booom! Error garrafal… ¿Para qué quiere un español verla x Internet si puede verla en su televisión?
Netflix o Lovefilm han aportado en los últimos años la solución a todas nuestras demandas: Por un pago mínimo (6 libras al mes en UK, por ejemplo) te ofrecen un amplísimo abanico de contenidos que disfrutar y dicho sea de paso, evitan la extendida piratería.
Si aún no lo tienes, es el momento de contratar Netflix… O Lovefilm… Por unos 10 euros al mes puedes acceder en streaming o blueray a una grandísima variedad de películas, series, documentales… Eso sí, la mayoría en versión original.
Maldito el día en el que se decidió doblar todo en España, sumiéndonos en la ignorancia idiomática… Auditiva y visual! Es impresionante lo irreal que resulta una película doblada al oído y la vista, pero esto ya es otra historia.
¡Y ahora queremos escuchar la vuestra! ¿Estáis de acuerdo vosotros también con Mr. Spacey? Esperamos vuestros comentarios en todas las redes sociales en las que SWIt tiene presencia, donde también podréis seguir más información y nuevas tendencias del sector en Twitter o Google+, nuevas fotos e infografías en Pinterest o temas a debatir en nuestra fanpage y nuestro grupo de LinkedIn. ¡Pasaos!
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