TELEVISIÓN --- Canal 9 o la debacle de la televisión pública valenciana

Publicado el 12 junio 2011 por Noupere

Canal 9 se dirige al abismo, sin prisa, pero sin pausa. En mayo, con un 5,6% de cuota de pantalla, registró el peor dato de su historia, perdiendo 1,1 puntos con respecto a abril a pesar de retransmitir el final de la Liga de Campeones. A los datos pésimos de audiencia se debe unir la deuda multimillonaria que arrastra el ente público valenciano y que seguirá ampliándose a medida que los valencianos sigan dejando de ver Canal 9.

La fragmentación de las audiencias aumentó con la puesta en marcha de la TDT, que ha afectado a todas las grandes cadenas, incluidas Telecinco, La 1 y Antena 3. También a las televisiones públicas autonómicas. Sin embargo, excepción hecha de Telemadrid, ninguna ha sufrido tal desgaste. De hecho, sólo dos jóvenes teles como la balear IB3 (4,9%) y la murciana (4,9%) obtienen peores datos. En la parte alta de la tabla autonómica sigue liderando TV3, con un 16,1%, el triple que Canal 9; TVG, con 11,8% y Canal Sur, con 11%.

Los datos son especialmente preocupantes si se comparan con los de los últimos ejercicios, en especial con el año 2010, cuando ya se había producido una eclosión de canales en España y la Comunitat Valenciana. En ésta, a pesar del fracaso sonoro de televisiones autonómicas como Tele 7, Canal 9 sólo pudo registrar un 8,4% de media anual, cifras incluso superiores a las que está registrando en 2011.

¿Cuál es la razón de la pérdida progresiva y dramática de telespectadores? Su mala programación y su nefasta imagen. Canal 9 ha abandonado la calidad y la producción propia en las principales franjas horarias y ha profundizado en el partidismo en su apartado informativo, lo que ha hecho que miles de valencianos desconfíen de su neutralidad y opten por otras vías para conocer la actualidad. Un ejemplo paradigmático es el programa DBT, espacio de análisis y debate conducido por la periodista de Madrid Isabel Durán en horario de máxima audiencia que el pasado martes logró una cuota de pantalla del 1,5% y 36.000 espectadores. ¿Acaso Canal 9 no debería primar la contratación de periodistas valencianos? ¿Por qué un espacio de una televisión pública sólo cuenta con periodistas de una sola tendencia ideológica? ¿Por qué la mayoría de los contertulios son los habituales de programas de Intereconomía, como 'El gato al agua' o 'La Noria' de Telecinco?

Canal 9 hace tiempo que dejó de ser creíble y el público valenciano le ha dado la espalda. Se equivan López Jaraba y los responsables del PP valenciano que dirigen la televisión, al reducir la política informativa a la versión exclusiva de los populares, pues han conseguido que el pueblo valenciano le dé la espalda, lo que implica que Canal 9 tenga menos audiencia, menos ingresos y más deuda. E influya menos.

Y la programación debería ser revisada desde el primer al último programa. A Canal 9 le falta más producción propia, series autóctonas en valenciano -siguiendo la estela de 'L'Alqueria Blanca'- y le sobran películas americanas y retransmisiones deportivas que, al no ser exclusivas de Canal 9, la mayoría del público elige otros canales, como La Sexta, para verlas -como el fútbol o la Fórmula 1-.

Ahora bien, presuponiendo que los gestores no son tan imbéciles como parecen, la única explicación de esta caída en picado de la audiencia sin que nadie ponga freno, radicaría en una estrategia orquestada para justificar la privatización de Canal 9 y el despido de miles de trabajadores de una plantilla que es superior a las de Telecinco y Antena 3 juntos y que pagamos entre todos los valencianos.