Televisión en mute. “Toledo” envaina la espada

Publicado el 10 abril 2012 por Ruta42 @ruta42

Cartel promocional de "Toledo"

El pasado martes “Toledo. Cruce de destinos” acabó su primera y única temporada con un share nada envidiable. Esta producción apuntaba a ser una buena serie histórica pero se quedó a medio camino. Pensada para seducir a un público de varias edades sólo consiguió un target principalmente femenino y adolescente debido a la aparición del actor Maxi Iglesias y los constantes desnudos.

El punto de partida parecía muy bueno. Ambientación en la segunda mitad del S.XIII en la corte de Alfonso X el Sabio, una ciudad preciosa como es Toledo y un guión aparentemente cuidado que podían hacer de “Toledo” una serie con futuro. Sin embargo, no fue así.
Para empezar, la serie carece de rigor histórico. Es válido trastocar la Historia un poco para hacer una ficción que atraiga al público, pero hay niveles que no se deberían traspasar. En la realidad, el rey Alfonso X el Sabio tuvo once hijos en ese matrimonio, siendo Fernando mayor que Sancho y ambos de la misma madre. Sin embargo, en la serie solamente aparecen dos hijos, Sancho es mayor que Fernando y éste no puede ser heredero al trono por ser el hijo menor y sólo un infante. Por otro lado, a Sancho se le califica como príncipe, título que no aparece hasta un siglo después de la ambientación. Y además, se le muestra como hijo de otra esposa de Alfonso, pero tanto Fernando como él son hijos de Violante de Aragón, la mujer del rey por aquel entonces.
El capítulo primero comienza con los cristianos sitiando Consuegra, ciudad que llevaba en manos cristianas al menos un siglo. El personaje de Abu Bark, cuando llega a Toledo precisa de traductor para entablar conversación con el rey pero acto seguido comienza a hablar en perfecto castellano. Muy inteligente este musulmán para aquellos tiempos.

Decorado del salón del trono

La serie flojeaba en decorado y aspectos técnicos desde el principio, tanto es así que hubo problemas de iluminación que hasta el menos especializado en este campo podía notar. Errores del tipo del decorado de una cárcel de la época en la que no hay ninguna ventana y hay una luz tan artificial que parece que va a salir un fluorescente de un momento a otro. En otras ocasiones, cuando sólo debía alumbrar una vela encendida había, también, una luminosidad que no correspondía. Del mismo modo, las sombras de los personajes y del decorado no eran reales. Estos parecían de cartón-piedra, y en la mayoría de ocasiones son así, pero están más cuidados y no se notan. Podían haberlo evitado si no hubiesen grabado tanto en estudio.
No tiene cabida tampoco el escudo de los Reyes Católicos que aparece en el puente de Alcántara. Los Reyes Católicos son del S.XV, dato para los más despistados.
Los actores no han dado todo lo que de ellos se esperaba y no es por su profesionalidad, ya que nadie duda de lo grandes actores que son Juan Diego, Fernando Cayo o Álex Angulo, entre otros. Una mejor vocalización o entonación darían otra fuerza emotiva a la serie, pero es más fácil poner una cara bonita como reclamo que preocuparse por el talento interpretativo. Por no hablar de la estética tan cuidada con la que cuentan los personajes en la serie que dista mucho de la de la época.

Maxi Iglesias

Todo esto podría haberse evitado con una buena documentación histórica, lo cual no quiere decir que la serie fuese más aburrida, porque ¿qué diferencia puede notarse el cambiar las edades de los hijos del rey? El mayor error ha sido venderla como si de una serie muy fiel a la historia se tratase, sin llegar a ser nada de eso. De ahí, quizá, su estrepitoso fracaso.

Sandra González

Estudiante de Comunicación Audiovisual. Iniciandome en el mundo 42 y también colaboradora en Magazine Estrella Web. ¿Sobre mí? Soy muy impaciente, muy inconformista y una total adicta al chocolate.

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