La vida da tantas vueltas que a veces ofrece capítulos dignos de esas películas románticas repletas de casualidades retorcidas para que la parejita protagonista acaba dándose un beso en los últimos minutos de metraje. Y la historia de Cristian Tello (Sabadell, 1991) parece escrita por un guionista de este tipo de historias, pues no ha seguido un camino hasta llegar a su debut como titular en Liga en el Camp, a ese toque sutil ante Bravo para marcar el primer gol del Barça en la victoria por 2-1 ante la Real Sociedad en un duelo departido entre canteranos, con ocho por los locales -con Tello y Dos Santos como grandes sorpresas- y nueve por los visitantes entre los titulares, Busquets se marchó lesionado y Messi rompió su sequía de gol. Los azulgrana siguen a siete puntos del Madrid, vencedor en Getafe por 0-1 con un gol de Sergio Ramos de cabeza tras un córner botado por Özil.
Discutido en los últimos partidos y melancólico tras fallar un penalty en Mestalla, Messi se desquitó habilitando a Tello. Éste, agradecido por el regalo, fue concreto para superar al portero en el momento preciso. El canterano abrió los brazos para enseñar sus guantes negros y celebrar su primer gol en Liga, siete días de debutar en Villarreal y de ser el mejor pese a salir en los minutos finales. El canterano debutó a finales del año pasado en la Copa del Rey ante el CE L'Hospitalet y marcando dos goles. Entrevistado al final del partido por Susana Guasch para La Sexta Tello dijo tres veces “muy contento” por el gol, por la confianza del míster y por la victoria y dejó claro que está para lo que le manden. Tello está aprovechando las oportunidades que le está dando Guardiola, el mismo que la temporada pasada se lo llevó a la pretemporada con el primer equipo. Tello acababa de volver del Espanyol, donde Mauricio Pochettino había prometido hacerle ficha para jugar en Primera. Pero el jugador prefirió volver al club que no le renovó después de ser pichichi -y figura- en el Torneo Internacional de Maspalomas de fútbol 7 en 2003 y de marcharse cedido al CF Damm.
Auténtico
Después de aquel torneo de fútbol 7 Tello tuvo que hablar con muchos periodistas y en esas conversaciones demostró que era un niño de 12 años tímido, humilde y seguro de sí mismo. Para muestra, esta reacción en una entrevista que le hizo Víctor Colomer en el periódico de su ciudad, Diari de Sabadell. El periodista le dijo: “Los comentaristas se deshacían en elogios hacia ti”. Tello se puso a mirar al suelo serio mientras se enroscaba un hilo en el dedo. Dijo admirar a Saviola, Ronaldinho y Ronaldo y sentenció que su pelo en punta no era una copia de nadie, sino porque le gustaba. Un descaro que demostró desde el primer momento ante una Real Sociedad que exigió mucho al Barça en el tramo final, cuando replicó el gol de Messi -la picó suavemente ante una mala salida de Bravo- con un tanto de Carlos Vela, habilidoso ante Valdés después de recibir un pase perfecto de Griezmann y de superar en velocidad a Alves. El brasileño fue el autor del centro desde la banda derecha para Messi en el gol y la excusa para que el colegiado anulase otro tanto del Barça porque estaba en fuera de juego y el balón le rebotó. El tiro era de... Tello.
Nihat había sido el último jugador txuri-urdin en marcar en el Camp Nou, en la temporada 2002-2003 (también perdió por 2-1). Fue aquella en la que la Real opositó hasta la última jornada por una Liga que acabó llevándose el Madrid de Ronaldo. Los vascos encajaron su 14ª derrota consecutiva en dicho estadio, aunque a diferente de sus últimas visitas sí que inquietaron al Barça. Por ejemplo con un tiro de Ifrán en el cuarto minuto justo después de que Bravo frustrase a un Messi que lo intentaba con insistencia y sin suerte. Incluso Bergara ejerció de portero para salvar un gol al argentino con los pies. Messi estralló cuando marcó y se abrazó a Tello, pero Vela mantuvo la incertidumbre del resultado hasta el final. Un epílogo en el que el Camp Nou enmudeció cómo se lesionaba Busquet. Otro problema más para Guardiola y para el Barça, que intentan competir en la Liga ante el Madrid, ese equipo generoso que les ha exigido récords inverosímiles.