No hay nada peor que dejar atrás una vida, una pareja, una ciudad, y verse envuelto en un universo de obligaciones que amenacen con dinamitar la nueva existencia, o quizá eso sea precisamente lo mejor para terminar de borrar el pasado. Así arranca esta novela de Luis Manuel Ruiz, ganadora del Premio Málaga de Novela 2014, y en la que una dolorida inspectora Esther Béjar cambia Madrid por Sevilla, con la única compañía de una madre adicta a la basura televisiva, y de un hijo superdotado que prefiere los tratados de termodinámica a la mejor de las consolas.
Todo bien sazonado además con un presente narrativo que le da viveza a la novela pero sin exageraciones, porque entre pesquisa y pesquisa hay tiempo suficiente para que la inspectora Béjar se pregunte hacia dónde camina su vida, y sobre todo hay tiempo para que aparezca Mo Pardo, el personaje de mayor potencia narrativa tras la propia Esther, un tipo peculiarísimo con una capacidad de raciocinio fuera de lo común, casi tan particular como su aversión a las lavadoras, a cambiarse de camisa y su manía de peinarse milimétricamente.
Una pareja a priori extraña pero que hace las delicias del lector, porque el inefable Mo Pardo es una mina para cualquier autor policíaco, domina el trueque de información y tiene contactos hasta en el inframundo. Puede que estemos ante el nacimiento de una pareja novelesca que termine por dejar huella, sólo el tiempo lo dirá, el tiempo y la voluntad de Luis Manuel Ruiz.
Temblad villanos. Luis Manuel Ruiz.Fundación José Manuel Lara. Sevilla 2014. 303 páginas. 19 euros.(LA VERDAD, "ABABOL", 11/10/2014)