Temor al cambio: ¿Mejor malo conocido que bueno por conocer?

Por Juan Carlos Valda @grandespymes


por Sandra Mateus ¿Cuántas cosas quisiéramos cambiar  de nosotros, nuestras relaciones, nuestra empresa, nuestra sociedad y no nos animamos? Pareciera que aplicáramos aquel refrán que dice que es mejor malo conocido que bueno por conocer. Supongo que es una forma sencilla para encubrir algo que es más profundo: miedo al cambio y a salir de nuestra zona de confort. ¿Qué es la zona de confort? Es el conjunto de creencias y acciones a las que estamos acostumbrados. Es el estado de lo conocido. En otras palabras: es un estado mental donde nos encontramos cómodos con nuestra vida actual, – así los resultados sean mas o menos aceptables, o vivamos en una continua queja -,  con nuestras aspiraciones cubiertas y sin presiones, en donde justificamos lo que hacemos y cómo lo hacemos. Esto se refleja desde lo simple: – siempre vamos por el mismo camino a los mismos lugares, porque para qué probar otro-,  hasta lo complejo – permanecemos en el trabajo que nos quita energía por años o en la pobreza en la que vivimos -. Cuando elegimos estar en la zona conocida, sentimos seguridad y confianza y generamos a partir de allí HÁBITOS de pensamiento que nos llevan a mantenernos por más tiempo en el mismo lugar. Es una trampa de la cual es difícil salir, por esa razón nos cuesta dar un paso fuera de ella y cuando en algún momento lo pensamos entramos a un área que se llama la zona de preocupación, en donde entran en juego todos nuestros temores, nuestros miedos. ¿Qué pasa con mis miedos? El miedo es una emoción y, a menos que  hayamos desarrollado habilidades de inteligencia emocional, nos encontramos a merced de nuestros estados emocionales. Cuando algo nos atemoriza, nos enojamos o nos ponemos tristes… el cuerpo reacciona temblando o transpirando, y se extiende dentro de nosotros un torrente de sensaciones que terminan llevándonos a cierto tipo de acción o inacción. En ese rango, el miedo es una emoción central. Cuando estoy en el miedo si no lo logro comprender, comienzo a estar en una actitud de demanda ante la vida.  En las organizaciones el miedo aparece por ejemplo en el temor a delegar, a la exposición, a estar en un nivel mayor. Y es ahí cuando inconscientemente tendemos a permanecer en esa zona de confort. Qué hacer? Lo primero  es entender el miedo como una desproporción entre una amenaza hacia a mí y los recursos que tengo para afrontarla. Y es que las consecuencias que un cambio traiga a mi vida podrían verse como una amenaza ¿seré capaz de seguir adelante sol@? ¿podré triunfar sin el apoyo de mis padres, mi familia, mi jefe?¿esta empresa que quiero hacer sobrevivirá con estas condiciones de mercado? Una vez me convenza y encuentre respuestas posibilitantes a estas inquietudes,  deberé encaminar las preguntas a buscar los recursos que necesito desarrollar para estar mejor preparado y disminuir esa desproporción con la “amenaza”. El miedo en una de sus interpretaciones válidas para iniciar procesos de cambio debe implicar precaución, pero no parálisis. Les comparto un ejercicio práctico que ayuda a la hora de enfrentar los temores que me están paralizando y así podernos mover para expandir mi zona cómoda actual.

  1. Elije  cual es el miedo que quieres superar, se consciente de lo que has perdido o dejado de hacer por no superarlo en el pasado y escríbelo.
  2. Redacta una carta para ti mismo en donde te comprometes a hacer lo necesario y más para superar lo que te ha limitado.
  3. Crea una imagen mental de ti mismo habiendo superado el miedo, visualízate al menos durante 10 minutos al día, a la misma hora, actuando como si ya lo hubieses atravesado. ¿cómo te sentirías?¿cómo estaría tu cuerpo?¿que sensaciones estarían en tí?
  4. Investiga todo lo relacionado a tu temor, las características, formas, etc. busca historias de personas que hayan logrado superarlo y sigue su ejemplo. Emprendedores exitosos que cayeron y se levantaron una y otra vez; personas agobiadas por algún maltrato o sometimiento físico o psicológico que lograron salir adelante solas, etc.
  5. Si es necesario apóyate en un profesional calificado.

Ahora, una vez vencido ese temor, emprende la acción hacia el cambio que buscas, teniendo en cuenta algunas pautas

  • Declara “Basta”   Ver entrada cuando-un-basta-cambia-una-vid.php
  • Decide con exactitud lo que quieres. Cuando comienzo a dar pasos hacia un cambio que es incierto, que no me deja claro donde voy a terminar, las cosas se pueden dificultar. Así que es fundamental visualizar los resultados ¿qué es lo que quiero hacer?¿qué es lo que voy a cambiar con exactitud?¿donde y como me sentiré cuando realice dicho ajuste?
  • Elabora un plan. Esto es como alcanzar una meta, hay que trazar un camino por el cual seguir, en lo posible anticipando aspectos como recursos que voy a necesitar, cambio de hábitos de pensamiento.
  • Haz un balance de las habilidades y fortalezas que te van a apoyar cuando estés decaído o las cosas no salgan como pensaba.
  • Encuentra gozo en cada paso que se dé. Disfrutar del camino
  • En lo posible rodéate de personas que te inspiren y apoyen para continuar adelante

El momento es ahora.. el mañana no existe