Temporada televisiva de primavera-verano de 2015

Publicado el 28 marzo 2015 por Universo De A @UniversodeA

Esto es un artículo recopilatorio, que se actualiza continuamente (hasta que termina la temporada que dice el título, momento en el que se publica uno nuevo), por lo que, para estar informado de todas las novedades, se recomienda volver a visitarlo a menudo.

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Se acerca el verano, sin embargo, la televisión a veces ofrece alicientes para estar en casa:

Novedades:

LA 1

-El ministerio del tiempo: cuando sabes que la serie la ha hecho Javier Olivares, que condujo la primera temporada de la gran “Isabel”, entiendes porque abandonó esta última (para encarar un proyecto propio). En principio parece una buena referencia, alguien que ha estudiado audiovisual, y además es historiador, parece una apuesta segura para este tipo de serie… efectivamente, sólo parece.

No han faltado productores estadounidenses que hayan dicho que las tramas de viajes en el tiempo no funcionan, de hecho “Regreso al futuro” estuvo muy a punto de no salir adelante por eso. Yo no digo que sea así, pero sí tengo algo claro, no es algo fácil de tratar, ni todo el mundo consigue hacerlo bien. Esta serie es otro de los muchos casos fracasados que demuestran esta teoría.

La serie es decepcionante, no muy bien trazada, repetitiva, con argumentos sorprendentemente manidos, e incluso, para mi gran sorpresa, abundantes errores históricos o tratamientos insufriblemente superficiales.

De hecho, si uno lo piensa, no deja de resultar gracioso que esta serie también la emita TVE, que recientemente se encontraba con un caso parecido con el fiasco de “Victor Ros”.

A nivel técnico tampoco es ninguna maravilla, de hecho, falla casi todo, desde la dirección hasta un vestuario de mercadillo. La serie es absolutamente incapaz de fascinar a nivel visual, y lo único que acaba atrayendo la atención son los interminables errores que se ven por doquier.

En lo que respecta a los actores, ninguno es una maravilla, hacen lo que bien pueden de una forma moderadamente correcta en el mejor de los casos (repito, en el mejor de los casos… imaginaos al resto). Por destacar a alguien, Aura Garrido sigue deslumbrando con su talento y belleza, al igual que con su mala suerte a la hora de encontrar proyectos (¡también estuvo en “Alatriste” esta misma temporada!)… pero al menos los tiene. Por otro lado, que Rodolfo Sancho aparezca en esta serie demuestra que no volverá a la secuela de “Isabel” (¿o deberíamos llamarlo spin-off?) para reinterpretar a Fernando el católico, como ya esperábamos.

En definitiva, “El ministerio del tiempo” es una serie decepcionante por lo poco original que resulta y lo mal hecha que está en general; la verdad es que no merece la pena en absoluto.

Pero no deja de ser de alabar ese gusto que se ha extendido por las televisiones de poner reportajes relacionados con los capítulos que acabamos de ver, la verdad es que es un gustazo para los fans.

-La alfombra roja palace: ¡”Noche de fiesta” ha vuelto!, con otro nombre, pero “Noche de fiesta” al fin y al cabo (¡es más, incluso creo recordar que se ha programado el mismo día en el que aquel programa!); los que tengan unos cuantos años seguramente recordarán este espacio (y yo reconozco, con cierta vergüenza, que fui seguidor durante bastante tiempo), y los que no, bueno, es un programa de variedades típico de toda la vida (los gallegos tienen como eterna referencia a “Luar”): una sucesión de cantantes, humoristas y sketches cómicos; conducidos por unos presentadores normalmente muy agraciados que intentan resultar cómicos.

Por otro lado, todos conocemos la polémica: ataques brutales en las redes sociales; críticas malísimas; y la sombra de un escandaloso precio altísimo de producción que difícilmente puede legitimar una cadena pública… a lo que hay que sumar que una de las presentadoras haya dejado inmediatísimamente el espacio con una excusa bastante pobre…. Ahora bien, Jose Luís Moreno tiene muchos enemigos (también ha sabido hacerlos), todos lo sabemos, con lo que hasta cierto punto debemos de ser prudentes y cautos a la hora de tener en cuenta esas opiniones (sin mencionar que la gente en internet es muy cruel… algo que bien se me podría achacar a mí de vez en cuando, cierto).

En realidad es lo mismo de siempre, lo dicho, “Noche de fiesta” (que por cierto también fuera muy criticado en su momento, los famosos desfiles de los modelos en ropa interior y cosas por el estilo…) unos cuantos años después; es más, hasta repiten muchos de los que formaron parte del anterior espacio, los habituales favoritos del supuestamente leonino productor, con el cual, según se dice, sólo puedes trabajar si le caes bien.

¿Futuro?, tal vez parezca desfasado, pero lo cierto es que este tipo de programas reaparecen una y otra vez, así que algo tendrán; tal y como yo lo veo, sólo puede ser un éxito absoluto o un fracaso total, no creo que pueda haber término medio.

¿Tiene calidad?, independientemente de lo pasados de moda que estén estes programas y que se vean como algo rancio, el valor de las diferentes actuaciones es demasiado desigual para darle una buena nota al conjunto total; ¿merece la pena?, es muy para gustos, lo dicho, no creo que haya nadie al que le pueda dejar indiferente, o se ama o se odia.

-Alaska y Segura: un simple late show típico con pretensiones, pero a la hora de la verdad, lo mismo de siempre: entrevistas a personas de supuesto interés (que en realidad suelen ser magníficas campañas publicitarias encubiertas) y unos presentadores pretendidamente carismásticos e ingeniosos… a parte de las luces gigantes, lo único que brilla en ese programa es la falta de originalidad, hasta el decorado parece copiado de otros espacios parecidos.

TVG

-Pazo de familia: según vi el primer capítulo de la segunda temporada fui incapaz de entender porque había habido una primera y a que genio se le habría ocurrido renovarla. Y aún más gracioso es saber que no va mal de audiencia, por lo visto. Inexplicable, pero bueno, los gallegos son un mundo aparte de toda la vida.

Decir que es algo espantoso es quedarse corto, parece un manual de como hacer completamente mal una serie, sin dejar un sólo aspecto sin cumplir.

Aunque el título atrae´, pues ya piensas que tratará de la vida pacega de siglos atrás, tal vez inspirándose en “Los pazos de Ulloa” de la gran Condesa de Pardo Bazán; pero muy pronto descubres (en apenas un minuto, no hace falta más, con eso podéis haceros una idea de como es…) que es una especie de diabólico intento de mezcla de serie de misterio, culebrón, y “Downton Abbey” (los créditos son un plagio tan descarado que bien podrían ser objeto de demanda judicial… pero incluso los de la versión gallega están tan mal hechos que parecen una parodia de los originales), pero todo ello con un estilo pésimo y de la más baja estofa.

Ello se refleja en primer lugar en los decorados, un quiero y no puedo tan descarado que tienen constreñidos a los pobres actores en reducidos espacios cuando se supone que están en un ambiente de una gran casa (a destacar especialmente la biblioteca, despacho, o lo que sea; que más parece un trastero con estanterías bonitas)… todo ello sin mencionar que debido a la pésima fotografía te da la impresión de que hueles la pintura y la madera que hay detrás de tan falsas construcciones… simplemente no hay quien se lo crea. Y aún fuerzan más la verosimilitud de la serie, escogiendo como exterior el pazo de Castrelos de Vigo (¿por qué no trataron de conseguir permisos para rodar en el interior y el exterior?, a nivel de producción la serie ganaría muchísimo y sería un reclamo turístico espectacular), porque ¿quien se va a creer esas habitaciones diminutas dentro de un edificio de semejante tamaño aún sin haberlo visitado nunca?.

Una vez superado ese primer shock visual, entonces empiezas a escuchar los diálogos… y vuelves al shock, pero mucho más fuerte, ¡Dios mío que cosa más espantosa!, no creo que ni los peores estudiantes de la escuela de cine puedan escribir algo tan desmesuradamente malo, ¡qué horror!, son diálogos totalmente dignos de alumnos de la ESO. Viendo esto, no cuesta imaginarse lo mal trazada que esta la historia, con tramas y personajes típicos y estereotipados; que compiten en a ver quien es más predecible y más poco original… en serio, ¿de verdad no hay creatividad en esta comunidad autónoma?, ¿es tanto pedir siquiera algo que no sea un pastiche mil veces visto y utilizado?, ¿de verdad no hay talento?, francamente, estoy convencido de que cada día que pasa se necesita más urgentemente la figura de un cazatalentos, porque visto lo visto….

Y cuando creías que no podía ser peor, llegan los actores para rematarlo; no es que sobreactuen, es que no sé decir ni lo que hacen, es algo extraño, misterioso e indescriptible el como consiguen decir las frases con la menor verosimilitud y naturalidad posible; es como si fueran perfectamente conscientes de que trabajan en una mierda de serie, decidieran no molestarse ni en defenderla, y pasaran de todo, limitándose a soltar las frases para cobrar el sueldo… ¡qué cosa más turbadora!. Al menos algunas de las actrices tienen un cuerpazo que lucen con ropa ceñida, con lo cual no dejas de pensar “¡pero que mala eres y que buena estás!”.

Pero bueno, incluso Mabel Rivera, ¡nunca en todos los capítulos de “Pratos combinados” estuvo más cómica que en esta serie!, ¡no he visto cosa igual!, además se la ve nerviosa, tensa, harta, frustrada, ¡se pone a gritar a la mínima!… como si sintiera auténtico asco y repulsión por las frases que dice y lo que tiene que hacer… en fin, todos tenemos que pagar facturas, y Amenabar y Forman no llaman todos los días a tu puerta.

Al final, es una serie que pretende ser dramática, misteriosa, y con altas dosis culebrónicas, pero en realidad acaba por resultar toda una grandísima comedia involuntaria, un prodigio de risas continuas y espontáneas, que arrancan; ya sean unas hitorias desfasadas que insultan la inteligencia del espectador; unos dialogos que parecen sacados de una película de los hermanos Marx; unos decorados y un atrezzo que bien podrían haber sido creados para una obra itinerante de bajo presupuesto; y unos actores que parecen utilizar todas las técnicas y métodos posibles, habidos y por haber, para hacerlo mal.

En definitiva, ¡qué cosa más horripilante, de verdad!.