Tendenciera por el mundo XI

Por Matichica
En esta ya clásica sección del blog solemos viajar por diferentes lugares del mundo gracias a la generosidad de lectores que en medio de sus vacaciones se toman el tiempo de registrar lugares y reseñar tips para compartirlos con nosotr@s. Hoy es el turno de Sonia, una abogada amiga que reside desde hace ya un tiempo en Nueva Zelanda con su novio con quien se tomó unos días para visitar Australia. ¿Recorremos Sidney con ellos? 
Viajamos a Australia por una semana aprovechando el receso de Pascuas (Easter's Holidays), de los cuales pasamos 3 días en Sydney y luego partimos a Gold Coast. La ciudad recibe un aluvión de turistas en estas fechas, y tal vez, no es la mejor época del año para visitarla. Salvando el hecho de que la ciudad estaba repleta de turistas y el viernes la mayoría de los lugares estaban cerrados, la ciudad me pareció maravillosa, cosmopolita, vibrante y un poquito caótica. Por momentos me pareció más parecida a Buenos Aires que a la tranquila y ordenada Auckland.

El primer día fuimos hasta la bahía donde se encuentra The Opera House, y a  pasear por Circular Quey, este último es un paseo peatonal que comienza en el edificio de la opera y rodea la bahía pasando por The Ferry Station y terminando en el antiguo barrio The Rocks.


La ciudad posee innumerables cafés y  delis, pero es bueno tener en cuenta que los horarios difieren bastante de los horarios de Argentina, los días de semana cierran a las 5 p.m., mientras que los fines de semana y feriados cierran alrededor de las 4 de la tarde.  

Me sorprendió la cantidad de marcas internacionales concentradas en el centro de la ciudad, principalmente sobre George Street, en esta calle en solo tres cuadras encontrás con  tres grandes paseos comerciales: Queen Victoria Building,  The Strand y Westfield. Los dos primeros se encuentran ubicados en preciosos edificios de fines del siglo XIX a los que vale la pena visitar aunque no vayas a comprar.


También me resultó interesante recorrer The Rocks, el área donde se encontraba situada la antigua cárcel, ahora repleta de bares, cafés y locales donde se pueden comprar diferentes gifts. (Confieso no pude evitar comprarme un par de las  clásicas botas UGG).

El viernes santo, los centros comerciales, museos e incluso muchos cafés permanecen cerrados, por lo cual, decidimos tomar el ferry hasta Manly Beach y de paso admirar la ciudad desde el agua. La playa es hermosa, con arenas blancas y aguas claras y a tan solo  30 minutos en ferry desde el centro de la ciudad. 


También, tuvimos la oportunidad de recorrer Darling Harbour, un circuito de bares, restaurantes y parques, situado en otra de las entradas de la bahía de Sydney, pero como contábamos con poco tiempo y nos quedó pendiente una cena en alguno de los muchos dinner que hay en este área.

Fueron pocos días, pero intensos. Espero volver en algún momento a disfrutar de algún espectáculo en The Opera House y salir de compras.
¡Qué buen recorrido nos dejaste, Sonia! Eso sí, te comprometo para que en la próxima visita registres vitrinas y locales -sobre todo esos de marcas afamadas- para ver cómo se vive la moda allá. Mientras tanto, intentaré moderar mi envidia; muero por conocer The Opera House y presenciar algún espectáculo en ese icónico teatro y también por subir al puente y ver la ciudad desde las alturas... Gracias por pensar en el blog para compartir tu experiencia, que sigan los éxitos por allá. Besos mil! Y ustedes, amig@s, qué opinan de este post? ¿Hay alguien más que haya estado en Sidney y quiera sumar info, tips o data? Me va a encantar leer sus comentarios! Buen comienzo de semana:>