Tened cuidado porque Sánchez "porta iella"

Publicado el 09 mayo 2022 por Franky
Recientemente estuve en Italia y un amigo italiano me preguntó por Pedro Sánchez. le dije que era un mal gobernante, un tipo torvo y peligroso. Él me respondió rápido: "attenzione perché purtroppo Sánchez porta iella" (Tened cuidado con Sánchez porque trae consigo la desgracia". "Portar iella", para un italiano, es el colmo del mal. Si te tachan de "gafe" estás perdido. La gente, sobre todo en el sur, huye de los que "portan iella", como si fueran el mismo diablo. Nadie soporta a las personas que traen consigo el mal y la desgracia. Da la casualidad que mi interlocutor italiano era napolitano, donde portar sfortuna o iella es la peor de las desgracias. Sánchez se defiende afirmando que ha tenido mala suerte en su mandato. Es lo lógico en un gafe. Afirma que durante su etapa ha tenido que soportar la pandemia, la crisis, la guerra de Ucrania y la inflación, entre otros muchos males y desgracias. Mi respuesta fue clara: "Creo que Sánchez no es sólo un gafe, sino que es también un tipo inmensamente peligroso, cuyo poder constituye una tragedia para España". --- A juzgar por lo que hace, Sánchez es más que un evidente portador de mala suerte que todo lo que toca lo estropea. Si analizamos el balance de su mandato, la mala suerte del gafe y ciertas altas dosis de maldad están presentes en el mismo gobierno y en su obra, un equipo dividido y convertido en un mosaico de gente y partidos llenos de odio a España. También la "iella" y el mal están presentes en la economía, el endeudamiento, el despilfarro, la desconfianza, la tristeza, la gestión de la pandemia y de una manera especial, en el deterioro general de España y de su peso y prestigio en el mundo.

Sólo un gafe morrocotudo y con el alma emponzoñada puede arrojar un balance tan deficiente: Se ha enemistado con Estados Unidos, tiene problemas con Marruecos, en la Unión Europea le vigilan, sus socios de gobierno le presionan y chantajean, ha gestionado mal la pandemia, tiene problemas con los jueces, tiene que negociar cada ley o decisión importante con socios de gobierno desleales, la economía se recupera más lentamente de lo que él anunció en Europa, medio país sospecha que hay fraude electoral, las sospechas de que reparte de manera arbitraria los fondos europeos son masivas, es derrochador y despilfarrador, es el presidente más rechazado por su pueblo desde Fernando VII y un largo etcétera que incluye acusaciones de corrupción, de haber asesinado la democracia y de engañar y mentir a diario,

En una comida del presidente de la república italiana, Sandro Pertini, con periodistas españoles, que organicé a finales de 1982, cuando era director de la oficina de la Agencia EFE en Roma, aquel viejo y pulcro socialista italiano nos advirtió contra los gafes y los malvados y dijo que cuando uno de ellos alcanza el poder en un país, lo lleva hasta la desgracia más absoluta y hasta puede destruirlo. Dijo que en ocasiones, un psicópata o un gafe, en representación de lo peor de la sociedad, alcana el poder y que esa eventualidad debe evitarse a toda costa porque ese tipo puede destrozarlo todo. Pertini habló de blindaje del Estado y de leyes que impidieran que un miserable sin ética ni escrúpulos pueda alcanzar la más alta magistratura de una nación.

España debería hacer caso a ese consejo y, después de la experiencia sufrida con Pedro Sánchez, que nos ha hecho retroceder en dignidad, progreso, riqueza, futuro, valores, respeto y muchas cosas más, reformar sus leyes para que nunca más un mal gobernante, un malvado o un peligroso gafe puedan alcanzar el poder.

Hay sólo dos medidas capaces de impedir esa desgracia: la primea es establecer exigencias duras y firmes a los candidatos, entre ellas méritos, conocimiento, valores y dignidad como persona; la segunda es aprobar leyes que permitan a las altas instituciones del Estado desembarazarse de un miserable, si alguna vez llegara al poder y comenzara su labor de destrucción.

Francisco Rubiales