No sé de dónde sacan su tiempo las famosas. Están impecables, siempre bien peinadas, bien maquilladas y con la manicura francesa a punto. Bien vestidas, cómo no. Bien complementadas. Comen sano. Hacen ejercicio. Trabajan. Van a desfiles de moda. A estrenos de cine. A fiestas. A fiestas. A fiestas. Duermen para descansar de las fiestas. Se hacen tratamientos faciales y corporales. Hacen yoga. Quedan con amigas. Leen. Cuidan de sus niños. Aman a sus maridos –o excitan a sus rolletes–. Y encima algunas hasta escriben. Asco dan.
Que conste que digo "asco" con toda la envidia de que soy capaz y en un sentido completamente figurado, porque lo que me dan no son ganas de vomitar, sino más bien ganas de meterme bajo el edredón al comprobar lo poco mujer que soy a su lado. La última en conseguirlo: Paula Echevarría.
No tenía bastante con ser guapa, buena actriz, ganar mucho dinero, un marido que la quiere mucho –y que llora a juego con semejante amor– y una niña con coletas. Con sentarse en el front row de Cibeles. Con que sueñen con ella miles de hombres en España. Con proclamarse como una de las mujeres patrias más deseadas. No. Qué va. Ahora, además, tenía que escribir.
Paula Echevarría ha estrenado blog en Elle. En sus entradas nos cuenta cómo se viste, qué trapitos ha estrenado, cómo es su jornada de trabajo, cómo la maquillan... "sitios especiales a los que voy, gente maravillosa con la que trabajo, anécdotas de mis rodajes, qué productos de belleza utilizo, tiendas o marcas que descubro, mis últimas 'adquisiciones', sin qué cosas no puedo pasar y hasta qué compro para mi casa" (que conste que faltaban unas cuantas tildes que son cortesía de una servidora).
De momento la chica es aplicada y escribe casi a diario. Veremos si no se cansa, que también le dio muy fuerte a Vicky de España... y ahora, inmersa como está en su particular orgía de volantes, no encuentra un segundo para darle a la tecla.
Que sea enhorabuena. Con envidia y todo. Aunque me robe alguna de las pocas lectoras que me quedan. Snif. Siempre me quedará... mi tía.