Tener criterio propio

Publicado el 22 mayo 2017 por Jcromero

Nada tan fácil como elaborar un discurso de la realidad; nada tan angustioso como vivirla. Opinar es gratis, escribir sobre ella es ir siguiendo los acontecimientos cómodamente parapetados detrás de un teclado. Por el contrario, vivir la realidad, asistir al estallido continuo de imprevistos, sentir la amenaza real y actuar con criterio propio, es algo más complicado. Adivinar por dónde reventará la traca no es fácil cuando los mismos pirotécnicos van tan a tientas como nosotros.

Existen tres riesgos que amenazan a toda democracia: la carencia de análisis crítico del ciudadano, la indiferencia del electorado y la proliferación de personajes, personajillos, partidos políticos y medios que nos toman por idiotas, por gente sin capacidad para pensar, decidir por cuenta propia y actuar. Como sin votantes no hay democracia, la parroquia neoconservadora -esa que se disfraza de mil maneras distintas-, nos observa como los tontos útiles que todo lo aceptan y soportan.

En estos tiempos proliferan periodistas y políticos que, entendiendo que la información y la opinión son imprescindibles para atraer el voto, se dedican a intoxicar. Son personajes sin escrúpulos que arengan sobre cualquier tema; opinan a bote pronto y de todo, pero con plena conciencia de participar en la manipulación de la opinión pública. Desconozco si a los periodistas se les enseña en las universidades el arte de opinar, si existe una asignatura para los estudiantes de Grado en Periodismo o si, en la vieja licenciatura, existía una materia sobre el arte de opinar. Lo cierto es que abunda un periodismo que sustituye la función social de informar por la de opinar y confunden la opinión con el insulto.

Cuando el periodista Santiago González se refiere a Pablo Echenique como que: "El miserable de Echeminga Dominga merecería que su minusvalía se la trataran en Venezuela", ¿hace periodismo, nos ofrece una muestra de su categoría personal o contribuye a esa labor de descrédito permanente de todo lo que no contribuya a mantener el orden establecido? ¿Qué pensar cuando Rajoy pide a la Audiencia Nacional declarar por videoconferencia como testigo en el juicio del caso Gürtel el día 26 o 27 de julio, justificando su petición en asuntos de seguridad y austeridad? ¿Nos toma por idiotas?

En estos casos y similares, sólo me gustaría pedirles que no pretendan conducirnos por el redil de su estulticia, que no nos desprecien tanto, que no somos tan imbéciles como en ocasiones parecemos, que no se equivoquen por nosotros porque tenemos derecho a equivocarnos solos. Por ello, pido un respeto a esa militancia socialista que contra los intereses de la élite económica y mediática, contra los manejos del aparato y la vieja guardia, han tenido criterio propio y se han hecho valer. Un respeto para quienes, a pesar de los intentos de aletargamiento televisivo, portadas insidiosas y editoriales miserables, han cogido el viejo jarrón y lo han hecho añicos.

Escucho a Regina Carter, Sean Dobbins, Marion Hayden y Mike Jellick:

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