El pasado 18 de junio salía en El Economista un interesante artículo titulado "El negocio de las redes sociales ofrece una dudosa rentabilidad", cuya lectura es absolutamente recomendable para reflexionar y extraer conclusiones.
En un momento en que las redes sociales proliferan como champiñones y muchos de nosotros ya estamos un poco hastiados de la tela de araña digital que nos envuelve y nos atrapa (el 75% de los internautas españoles entre 18 y 55 años las usamos), es justo y necesario (es nuestro deber y salvación ;-) parar y pensar.
¿Para qué tantas redes sociales? ¿Para relacionarnos con más gente? Vamos a ver, si nos faltarían años de vida para llegar a relacionarnos con tanta gente como tenemos agregada en Facebook, Twitter o Linkedin. Además, es mentira que tener 20.000 seguidores en Twitter o 46.000 fans en Facebook te conviertan en una empresa rentable, si ni siquiera te hacen caso: en Twitter te leen cuatro, aquellos con los que mantienes una relación más cercana y/o te conocen, y lo mismo con Facebook, el resto pasan de ti y decir lo contrario es engañarnos a nosotros mismos o querer engañar a los demás.
Hay mucho humo en torno a las redes sociales y tenemos que trabajar duro para sanear el Social Media. Baste decir como ejemplo que sé del caso de un tipo que se autoproclama como emprendedor y anda por los 3.000 followers en Twitter (y creciendo), y tiene su página en Facebook con 103 likes y no dice nada que tenga el más mínimo interés en ninguna red. Normal, no tiene nada que aportar, su perfil en Linkedin no tiene ni foto y su verdadera profesión le delata.
Las empresas no están en las redes sociales para aspirar toda esta humareda, las utilizan para vender, y si no aumentan sus ventas, plegan velas y se largan. Está muy bien como discurso decir "no debes tener clientes sino fans" pero no deja de ser falso. Puede ser que se utilicen también como canal de atención al cliente, algo para lo cual se han mostrado como tremendamente eficaces pero siempre lo importante es el modelo de negocio, algo que he repetido a menudo de forma oral o escrita.
Cuando leo y oigo a los apasionados del Social Media denostar el ROI me pongo de mal humor. Cualquiera como empresario quiere que le demuestren cómo comprobar la rentabilidad de una inversión, y si no se lo demuestran debería no contratar el servicio. Yo por lo menos no lo haría. Y si lo hiciese le daría "un año de mili", si transcurrido el año no me resulta rentable, hasta luego Lucas.
Ya va siendo hora de que dejemos de prestar atención a tonterías del pelo "cómo ganar fans, seguidores y likes", como dice en el artículo,Carlos Saldaña, director de marketing de IE Business School, "hay que convertir los "likes" en "buys". Comemos porque vendemos no porque hablamos, y algunos mucho, por cierto.