Me encontraba yo el otro día viendo Fringe, la nueva y altamente recomendable serie de J.J. Abrams (entre otros) cuando su simpático protagonista Walter Bishop (Ejecutado con una gran maestría por John Noble, todo sea dicho), dice que necesita ir al cagadero. Cosas que tiene ver series en versión original, la palabra que empleó fue ‘crapper‘. Hasta ahí todo normal, ya que crap es un coloquialismo para decir mierda, y se puede entender que de ahí venga la derivación.
La historia viene cuando decido buscar sobre el origen de esa expresión y me encuentro con que la forma inglesa de decir cagadero no viene derivada de crap, sino de un fabricante de retretes. Damas y caballeros, con ustedes, Thomas Crapper:
En los años 80 (pero los del siglo XIX, no los del XX) el Príncipe Eduardo le encargó a la compañía fundada por Thomas Crapper que le supliera de todos los sanitarios necesarios para su nuevo aseo, quedando este tan contento que le otorgó a la compañía un sello de Garantía Real. Thomas Crapper se retiró en 1904, traspasando la compañía a su nieto. Hay que decir que él no inventó el retrete, sino que lo mejoró.
Es aquí donde encontramos la relación entre la popularización del término y Thomas Crapper. Estalla la I Guerra Mundial, y en los barracones de los soldados del Reino Unido podemos encontrar muchas cosas. Una de ellas era un retrete manufacturado por la compañía de Thomas Crapper , posiblemente como este:
Fueron los soldados de esta contienda mundial los que extendieron el término por todo el mundo anglosajón.
Pero, ¿y crap entonces que tiene que ver con crapper? Pues se trata tan sólo de una coincidencia. Una curiosa coincidencia que seguro que muchos de nuestros lectores recordarán cuando vayan a tener su siguiente momento All Bran
Fuente