El presente estudio, que aparece en una edición reciente de la revista Developmental Psychology, halló que el cortisol aumentaba y la autoestima disminuía cuando un niño tenía una experiencia negativa. Sin embargo, cuando el mejor amigo estaba presente mientras ocurría el problema, los niveles de cortisol y los sentimientos de autoestima cambiaban menos. Los investigadores anotaron que lo que sucede en la niñez puede afectar a las personas en la adultez, lo que incluye tener sentimientos de baja autoestima. “Nuestras reacciones fisiológicas y psicológicas a las experiencias negativas de la niñez nos afectan más adelante en la vida”. “La secreción excesiva de cortisol puede llevar a cambios fisiológicos significativos, incluso supresión inmune y una menor formación ósea. El aumento del estrés realmente puede hacer que el desarrollo de un niño sea más lento”. Los autores del estudio apuntaron que estudios previos también han mostrado que tener amistades puede ayudar a proteger a los niños del acoso, la exclusión y otras formas de agresión.
Via Fakeindustries.org