“Tengo 2 años y estoy aprendiendo a controlar mis emociones”

Por Sarabarragan @sarabarragan

¿Por qué los niños alrededor de los 2 años hacen berrinches, pegan, patean, empujan o muerden?

“Estoy en la plaza con mi hijo Francisco, que disfruta de su nuevo camión, llenándolo de arena. Su amigo Tomás se acerca poco a poco, y apenas toca el camión… Francisco reacciona – grita “¡¡nooooooo!!” y le tira arena a los ojos de Tomás.”“Estamos en casa muy tranquilos, mi marido mira su partido de futbol, y yo juego con Valentina. De repente Valentina encuentra el DVD de Toy Story y quiere verlo. ¡Justo cuando el papá está viendo la tele! “¡Ahora no, Vale! Después lo vemos, ¿dale?” Valentina responde un “noooooo”, a los gritos:“¡Quiero verlo AHORA!” Llantos, berrinche… y todo lo que ya conocemos.”¿Te resulta familiar alguna de estas escenas? Si tenés un hijo de 2 años, seguramente sí… y te preguntás: ¿Qué pasó? ¿Por qué?

Pequeños exploradores: el mundo a los dos años

Tener 2 años implica explorar y explorar… el mundo se les abre cada día y lo investigan experimentando. Quieren saber cómo funcionan las cosas. Para ello interactúan con los objetos realizando todas las acciones posibles: los empujan, los manipulan, los desplazan… con las manos, con los pies, o con otros objetos. De este modo, van estableciendo relaciones de causa-efecto. Elaboran sus hipótesis, las van poniendo a prueba y sacan sus conclusiones.De un modo parecido, “experimentan” con las personas: se dan cuenta que cada acción suya genera una reacción positiva o negativa en el otro, y van probando… Accionan, observan y sacan sus propias conclusiones.Es una edad en la cual les cuesta mucho controlar sus emociones, por lo tanto son capaces de tirar un objeto a una persona, pegarle al amigo o patear a la mamá porque no hicieron lo que él quería. Su tolerancia a la frustración es aún muy limitada.Cada vez que ocurre algo así, seguramente ustedes se preguntarán: ¿Cómo evito estas situaciones? ¿Cómo reacciono después frente a mi hijo/a?Respecto de este tema, debemos saber que “en su aspecto positivo, la agresión es el motor más fuerte detrás del impulso que tiene el niño de explorar, conocer el medio ambiente y aprender de todo lo que lo rodea.” (1)

Propuestas

Volvamos entonces a la pregunta: ¿Qué podemos hacer los padres frente a estos episodios?Elegimos a Bernice Weissbourd como “invitada virtual” para que nos ayude a encontrar alternativas posibles frente a estas situaciones:
1) Tratar de canalizar la energía agresiva del niño de una manera positiva, ofreciéndole alternativas razonables. Por ejemplo:
  • “las pelotas son las únicas cosas que se pueden tirar”
  • “patea la almohada y no a tu amigo”
  • “gritale a tu osito para que vea lo enojado y molesto que estás”
2) Es importante no subestimar la necesidad de un niño de demostrar sus sentimientos, que son muy fuertes en esta etapa3) Muchas veces el niño está muy cansado y pierde el control. En esos casos habría que tratar de crear las condiciones para que no llegue a ese límite.4) Si por alguna razón (laboral, nacimiento de un hermano, mudanza) le hemos dedicado menos tiempo que el habitual, tratemos de ofrecerle un tiempo extra para que se sienta más seguro.5) Si la agresión del niño parece ser más intensa o frecuente, es recomendable buscar ayuda profesional.” (2)
¿Protagonizaste una escena de estas? ¿Cómo te sentiste? ¿Cómo reaccionaste?tomado de: Planta Juego