Y en este sentido me ha preocupado profundamente los recortes anunciados por la Comunidad Andaluza.
Soy como ya muchos lectores de este blog saben una mujer de izquierdas, convencida, de carácter y con mi animo cercano a unas siglas políticas muy determinadas. Pero ante todo soy una mujer libre que no quiere y nunca ha querido que cualesquiera siglas determinen mi postura y aún menos mi pensamiento.
Me preocupa sobremanera que el Gobierno andaluz, después de manifestar publicamente, y en su programa electoral, la defensa del sector público, acaba de anunciar unas medidas que van por el camino contrario: una rebaja en los sueldos de los funcionarios eliminando los complementos que reciben, rebaja aplicable ya en el mes de junio cuya paga extraordinaria se verá reducida en un 30% y un 40% de media. Y un sinfin de medidas más que pueden ver en este enlace.
Me preocupa sobremanera las declaraciones del vicepresidente Diego Valderas sobre estos recortes anunciados. Sus palabras "era sí o sí para evitar despidos" me han calado hondo. Quizás así sea y en mi humilde desconocimiento de la "gestión directa de la cosa pública" no haya otra salida como así ha querido manifestar.
Pero a mí me preocupa sobremanera que un representante de la izquierda pueda asumir ese mensaje. Pueda estar de acuerdo con unos ajustes, según sus propias palabras, impuestos por Bruselas y Madrid. Es admitir, desde una opción de izquierdas, que no hay más remedio porque lo "mandan los mercados". Mensajes netamente ultraliberales, no?
Yo espero y así lo deseo, a pesar de estas declaraciones, que un representante de la izquierda que forma parte del gobierno autonómico se posicione de forma firme y definitiva en contra de las rebajas salariales anunciadas, en contra de las medidas neoliberales imperantes y que se rebele contra dichos ajustes y en defensa contundente de la clase trabajadora.
Me siento tal y como diría ese famoso cantante "con el corazón partido". Me encantaría pensar que la incorporación de Izquierda Unida a la gobernabilidad andaluza sea para paliar las medidas neoliberales venidas tanto de la mano del gobierno central, como del socialismo representado por el señor Griñan porque no olvidemos lo que hicieron los socialistas hasta hace bien poco.
En fin, hoy quería mostrar mi desazón. Nunca unas siglas, por muy apreciadas que por mi sean, por muy cercanas que a ellas me encuentre, determinaron, ni creo que determinarán, mi postura, mi pensamiento.
No puedo estar manifestándome continuamente en Madrid contra los ajustes, rebajas y ataques a los más débiles por parte del Gobierno Central, contra los ataques al sector público y quedarme callada ante los mismos ajustes que pretende el gobierno andaluz aduciendo que lo manda Bruselas.
El sector público es gestionado por funcionarios de los que muchos de ellos son mileuristas. Harta, realmente harta estoy que se ceben en esos empleados públicos y sean objeto de los muchos recortes que se están dando.
Me encantaría que al igual que nos hemos manfiestado preocupados por los recortes anunciados por la Generalitat en Cataluña, que van por caminos similares, también nos preocupemos por los miles de empleados públicos andaluces, que se verán afectados por estos "ajustes".
Quiero ser optimista y quizás la presión de los votantes de izquierda pudieran reconducir los tremendos recortes, que también ellos llaman ajustes, anunciados.
Dejo una puerta a la duda y es que a lo mejor yo no he entendido nada y por eso hoy me rebelo. Quizás sea eso, no?
En fin que nadie se moleste. Mi voz no es importante. Tan sólo soy una ciudadana cada vez más preocupada por los acontecimientos con los que cada día nos despertamos.