Tengo en mí todos los sueños del mundo - Jorge Díaz

Aunque “Cartas a palacio” de Jorge Díaz fue un libro que en su día me llamó muchísimo la atención, finalmente fue arrollado por las novedades que no dejan nunca de llegar y por los eternos pendientes que se van acumulando en mi estantería, de forma que seguía sin leer nada de un autor del que solo había oído y leído cosas buenas. Pero la oportunidad vino de la mano de la editorial cuando me ofrecieron la lectura de su última novela y decidí no desaprovecharla. Hoy os traigo mis impresiones de “Tengo en mí todos los sueños del mundo”.

Gabriela sueña con Enriq, pero acaba de casarse con Nicolau, un hombre al que aún no conoce. Ni siquiera le han preguntado su opinión; entre su madre y el párroco han orquestado el matrimonio y entregado a Gabriela a un destino lejos de su hogar.
Giulio ha visto morir a todos sus compañeros en el frente austrohúngaro y, si ha logrado sobrevivir, es tan solo por la esperanza de regresar a su pueblo en la Toscana y estrechar de nuevo a Francesca entre sus brazos.
Raquel, por el contrario, ha conocido a muchos hombres, pero jamás ha estado enamorada. No es lo más conveniente para una artista de variedades como ella, que triunfa cada noche en el Japonés.
La afilada pluma de Gaspar en el Heraldo de Madrid hace temblar a los poderosos. Lo bueno de su viaje a Buenos Aires es que le alejará de sus enemigos por un tiempo y, quién sabe, una gran historia podría cruzarse en su camino...
La guerra ha dejado viuda a Sara que, harta de vivir el largo invierno ucraniano sorteando el hambre y los pogromos, ha decidido creer en las promesas de un atractivo judío llegado de Argentina. Para empezar una nueva vida, solo tiene que dejar de creer a los agoreros que le advierten de que Max no es trigo limpio.
El capitán José Lotina es un auténtico lobo de mar, un enamorado de su trabajo que se siente más seguro a merced de las olas que en tierra firme. Por eso no le abruma la responsabilidad de llevar a bordo del Príncipe de Asturias todos los sueños del mundo.
Tengo en mí todos los sueños del mundo recrea con maestría diversos hechos históricos, como las vivencias de los desertores de la Primera Guerra Mundial, los matrimonios concertados entre jóvenes españolas y antiguos emigrados, la persecución de los judíos europeos o el tráfico ilegal de mujeres destinadas a vender sus cuerpos en burdeles de Latinoamérica, en una maravillosa novela sobre la esperanza de conseguir hacer realidad los sueños.

Jorge Díaz nació en Alicante en 1962. Es escritor, periodista y guionista de televisión. Ha participado en multitud de series de televisión como Hospital Central, Víctor Ros, El don de Alba, Ciega a citas o Acacias 38, series con las que ha cosechado todos los grandes premios de la profesión, como el TP y el Ondas, entre otros muchos. Tras un año sabático en Brasil, regresó con su primera novela bajo el brazo, Los números del elefante. La justicia de los Errantes, en la que novelaba el viaje latinoamericano de los anarquistas españoles Francisco Ascaso y Buenaventura Durruti en los años veinte del pasado siglo, fue su primera incursión en el género histórico, a la que siguió Cartas a Palacio, ambientada en la desconocida Oficina Pro Cautivos creada por Alfonso XIII durante la Gran Guerra. Tengo en mí todos los sueños del mundo es su cuarta novela. 

“Tengo en mí todos los sueños del mundo” es una novela coral llena de personajes sin aparentemente ningún nexo en común. Personajes cuyas vidas irán cruzándose a lo largo de las páginas de la novela hasta que el Príncipe de Asturias, un barco con todos los adelantos posibles en aquella época, buque insignia de la naviera Pinillos, les una. Todo comienza unas semanas antes de que este barco zarpe desde Barcelona rumbo a Buenos Aires en febrero de 1916 y aunque pudiera parecer que Gabriela, esa chica mallorquina casada con un desconocido que vive en Buenos Aires, es la protagonista de la novela, todos y cada uno de los personajes que pasean por sus páginas tienen su importancia: un desertor italiano, un tratante de blancas judío, una cupletista, un marqués, un periodista amenazado… son solo ejemplos de todas las vidas llenas de sueños que se embarcarán rumbo a Argentina.

Jorge Díaz

Jorge Díaz teje múltiples historias con acierto y, sobre todo, con sensibilidad. No importa que de antemano sepamos que el Príncipe de Asturias efectivamente se hundió frente a las costas de Brasil la madrugada del 4 al 5 de marzo de 1916. No importa que sepamos que probablemente alguno de los personajes a los que hemos cogido cariño no sobrevivirán porque, aun esperando la tragedia, el autor imprime a la narración una emoción de la que es difícil sustraerse. Porque “Tengo en mí todos los sueños del mundo” no es, a pesar de que pueda parecerlo, la historia de un naufragio, sino que es la gran variedad de historias de unas personas que perseguían sus sueños y que por ello embarcaron en un trasatlántico que les llevara hasta ellos, un trasatlántico que por desgracia terminaría siendo conocido como el Titanic español.
También viajarán el Príncipe de Asturias, casi como si de un personaje más se tratara, las estatuas que debían componer el Monumento a la República, también llamado Monumento de los españoles, un regalo de la comunidad española residente en Argentina a ese país y de las que se corría el rumor que estaban gafadas pues desde sus inicios la obra pasó por múltiples dificultades que retrasaron su entrega. Entrega que, finalmente, no pudo ser llevada a cabo.
A pesar de que pueda parecerlo este libro no es una novela histórica al uso, dado que aunque se basa en un hecho históricolas historias que se narran son principalmente ficticias a pesar de que muchas de ellas parten de personas reales. Como real es el contexto y el ambiente que se nos describe en ella y es que, con unos personajes que pertenecen a muy variadas clases sociales, Jorge Díaz realiza también un retrato de la época no solo a través de la narración en sí misma de cada trama, sino muy especialmente con los artículos del periodista Gaspar Medina que encabezan cada capítulo. A través de ellos veremos cómo la sociedad y los problemas de los inicios del siglo pasado, no distan tanto como pudiéramos creer de los que nos acucian en este siglo XXI
Los saltos de una historia a otra, y aunque todo lector tendrá una o más tramas favoritas, favorecen la agilidad en una lectura que atrapa y enamora desde el principio de la narración y en la que cuesta decantarse por un personaje u otro mientras de la mano de Jorge Díaz transitamos de una vida a otra, viviendo las ilusiones de sus personajes, en una lectura que por momentos se torna apasionante sin perder nunca de vista la precisión y el pulso narrativo necesarios para que ninguna trama decaiga.
No puedo terminar esta reseña sin hacer referencia al fantástico título de la novela. No solo me apetecía adentrarme por primera vez en las letras de Jorge Díaz es que, además, una fetichista de los títulos como yo no podía resistirse a uno tan sugerente. Un título que está tomado de un poema de Pessoa, Tabaquería.                                      No soy nada.                                      Nunca seré nada.                                      No puedo querer ser nada.                                      Aparte de esto, tengo en mí todos los sueños del mundo.
En definitiva, no puedo más que recomendaros esta lectura. “Tengo en mí todos los sueños del mundo” es una novela cautivadora que cien años después de acontecer, rescata un naufragio histórico, y aun así poco conocido, para hacer las delicias de cualquier tipo de lector.