Sí, porque tienes esa maravillosa oportunidad que te regala Dios a través de tu familia y no vas a desperdiciarla. ¡Cuántos chicos quisieran estudiar y no pueden!
No, porque no "tienes que", tu familia lo decide por ti (es su derecho y es su deber de padres) y tú también tomas esa sabia decisión de estudiar. Decides que estudiar es valioso y útil.
¿Para qué perder el tiempo dudando o estudiando poco y mal?
Continuaremos.