Tensar más la cuerda cuando casi no quedan hilos

Publicado el 24 mayo 2012 por Monetarius

Si alguien sabe que la economía se ha roto definitivamente, es el Partido Popular. No en  vano, es el partido de los empresarios y los banqueros. Por eso tiene tan pocos amigos en Europa. En esos círculos, quien te apuñala suele ser quien cena de postín contigo. Algo sabe también el PSOE, pero su deje de mala conciencia no le ayuda ni a él ni a la ciudadanía, pues sus declaraciones de buenas intenciones confunden a todo el mundo. Tontos útiles.

El PP, por el contrario, lo tiene claro. De lo que se trata es de trasvasar todo lo posible antes de que la gente, enfadada, los cuelgue -simbólicamente- por los pies de un viga en la entrada de un ministerio. Son killers que están limpiando con prisa. Gente sin escrúpulos.  De los que dicen: “no es nada personal”, mientras te vuelan la cartera, la casa y,  llegado el caso, te eliminan (con multas, cárcel o vaya usted a saber cómo en la fase final del expolio). Por eso el Ministro de Economía es un hombre de Wall Street, igual que el sinvergüenza de Rato, igual que Montoro. Y todo ese dinero que está pasando de los bolsillos de todos a los de unos cuantos, ¿cómo lo recuperamos? Llegado el caso nos dirán que no removamos el pasado.

Nos quitan 10.000 milones de euros en sanidad y educación. Le dan 12.000 millones a Bankia. Y la auditoría de la ruina de la antigua caja de ahorros de Madrid, se la encargan a una empresa corrupta, con un historial delicuencial que va a decir lo que le manden. Y el Banco de España no puede declarar en el Parlamento. No quedan hilos en la cuerda. ¿Irá Rato a la cárcel? ¿Y Esperanza Aguirre, la que manejó la caja como si fuera un monopoly privado? ¿Sacará Izquierda Unida de Madrid las consecuencias que le corresponden o seguirán haciendo declaraciones de tarifado algunos de sus dirigentes cuyo pasado, presente y futuro cada vez es más turbio? Por menores cantidades despilfarradas, los responsables de esos desaguisados se han hecho en Estados Unidos foto de frente y de perfil en la penitenciaría. Ellos lo saben. Por eso tensan la cuerda. Cuando se rompa, ¿somos nosotros los que nos vamos a caer de culo?