Maryclen Stelling
Se fue el 2019, año durante el cual procuramos realizar un seguimiento al país, intentando sortear tentaciones confrontadoras, descalificadoras y polarizantes.
Denunciamos el recrudecimiento de la guerra de relatos y de la discursiva política. Evidenciamos el debilitamiento de razonamientos y argumentaciones frente a narrativas de conveniencia política. Adversamos la banalización efímera y fragmentada de la realidad. Narrativas que contribuyen a profundizar la grave crisis de confianza social, política e institucional. Relatos dirigidos a promover la conflictividad social. Vaticinios de un escenario catastrófico en donde el país sucumbiría al colapso político, institucional y social que, ineludiblemente, conduciría a una salida violenta.
Desde la fracturada oposición -afectada por una crisis interna de legitimidad, representación y unidad- pronosticamos la emergencia de un espacio “crítico, dialogante y negociador”, que se concretó con la instalación de la Mesa de Diálogo Nacional. En el chavismo, en tanto respuesta a la crisis y conducción del país, avizoramos el fortalecimiento de espacios y posiciones centradas en “la vigilancia crítica y la negociación”.
A lo largo del año, renovamos nuestros votos por el reencuentro y reconocimiento. Señalamos y analizamos las fuerzas despolarizantes y dialogantes que emanan desde el corazón y las entrañas de la Venezuela profunda, frente a las violentas presiones confrontacionales provenientes de cierto liderazgo. Afirmamos la necesidad de abandonar las visiones antagónicas y promovimos un acuerdo pluralista entre las partes. Sugerimos crear las condiciones para generar un clima de confianza social y política. Desde diferentes espacios impulsamos el rescate de la credibilidad y legitimidad de las instituciones; el consenso, la tolerancia democrática y la reconciliación, conducentes al diálogo.
Independientemente de las presiones y de la posición política, estamos en presencia de nuevas formas de “reclamos”, expresión de una mayor autonomía, autoridad y ejercicio ciudadano reflexivo. Ello apunta a la transformación y fortalecimiento de la ciudadanía social, ante el liderazgo político imperante y la situación país.
Finalmente queremos reconocer el comportamiento y talante democrático de nuestro pueblo, a pesar de las tentaciones.
@maryclens