Nace Teodoro Llorente Olivares en Valencia el 7 de enero de 1826, en el seno de una familia de hidalgos riojanos, que se habían establecido en el siglo XVIII en la ciudad de Valencia, fue un conservador alfonsino adscrito al silvelismo.
Tras la Restauración ostentó diversos cargos políticos incluyendo la jefatura del partido conservador en la ciudad de Valencia, cargo que ejerció en varias ocasiones. En su devenir político, siempre abogó por un “regionalismo prudente, dentro de un españolismo entusiasta”, favoreciendo una mayor descentralización política y administrativa. Fue un destacado y fiel defensor del agrarismo y de la confesionalidad del Estado, dadas sus firmes creencias cristianas.
Fundó y dirigió el periódico Las Provincias, diario liberal de ideas conservadoras que pronto se convirtió en el órgano independiente del conservadurismo valenciano, abarcando todas las fases de la vida pública y social. De entre sus muchos artículos publicados en el diario, hay que destacar dos: el primero, publicado en 1874, “Proclamación del Príncipe Alfonso”, que se situaba firmemente a favor de la Restauración como solución consensuada y constitucional, y el segundo, en 1881, “Llegó la hora”, que aboga por la alternancia, y que hizo a Cánovasllamarle “cabeza de la hidra silvelista”.
Líder indiscutible de la intelectualidad conservadora y patriarca de las letras valencianas, fue catalizador e impulsor del movimiento literario valenciano, Renaixença, que se organizaría principalmente a través de la sociedad poética y cultural Lo Rat Penat. Fue aquí donde se consolidó como poeta, desarrollando su actividad creadora en torno a tres ideas y sentimientos: Patria, Fe, Amor. Tanto Llorente como los demás miembros de la Renaixença siempre desligaron sus actividades literarias de cualquier reclamación foralista.
Fue el introductor de la poesía europea moderna en España. En su faceta de traductor, sus trabajos nunca fueron literales, sino que las adaptaba haciendo verdaderamente españolas las composiciones que traduce, de forma que parecía como si todo el mundo escribiera en castellano.
Por último, destacaré su labor como historiador y cronista oficial de la ciudad de Valencia y de su provincia.
Llorente contrajo matrimonio con Dolores Falcó y Serrano en 1860, de cuyo matrimonio nacieron Pascual, María, Teodoro y Josefina. Siendo Teodoro Llorente Falcó quién le sucedió en la dirección de Las Provincias, al morir el 2 de julio de 1911, en Valencia, la ciudad que le había visto nacer, y donde desarrolló todos sus trabajos.