Comentando mi post El Infierno, de ayer, neutrino dijo...
“En esa obra de Sartre se plantea la paradoja de que un sacerdote mate a una persona para poder salvar así a cientos. ¿Puede un sacerdote matar? ¿Debe un sacerdote matar en alguna circunstancia? ¿Puede un socialista votar a IU para que el PSOE se hunda y erradicar a unos parásitos que se han adueñado de él y lo han llevado a unas políticas de derechas? ¿Y un comunista de la cuerda del voto útil?
4 de diciembre de 2011 19:13".Creo que nunca se me habían planteado, desde que ando por estos blogs del demonio, cuestiones más arduas, interesantes y difícils, por lo que me considero obligado, antes de nada, a pedir perdón no sólo por las dificultades de concepto y de lenguajes sino también por la extensión.Me da la sensación de que neutrino va muy escaso de tiempo porque, a lo que parece, leyendo mi post citado, se le han planteado una serie de cuestiones que nos ha tratado de trasladar tan precipitadamente que los problemas no se han concretado suficientemente:A) Dice, en primer lugar, que en el drama sartreano El Diablo y el buen Dios, se nos plantea la paradoja de que un sacerdote mate a una persona para poder salvar así a cientos: el tema no es nuevo sino que precisamente se trata de un clásico que ya nos plantearon los padres Vitoria y Suárez, ni más ni menos que por el año 1538, cuando se preguntaban no sólo si es lícito hacer la guerra sino también matar al tirano:a) Francisco de Vitoria en Relecciones del Estado, de los indios, y del derecho de la guerra, formuló los títulos jurídicos para legitimar la ocupación española en América. En la relección segunda, desarrolla una teoría general del derecho a la guerra. Su exposición se divide en cuatro proposiciones: licitud de las guerras para los cristianos, autoridad competente para declarar y hacer la guerra, causas justas de la guerra y actos lícitos contra el enemigo en la guerra.- Vitoria establece la distinción entre “enunciados de precepto y enunciados de consejo”. Como precepto acepta que la guerra está prohibida para los cristianos por las sagradas escrituras. Como enunciado de consejo argumenta que es licito para los cristianos hacer la guerra, para lo que se basa en las palabras que San Juan Bautista dirige a los soldados: “no maltraten ni hagan daño” y, en el comentario de San Agustín a éstas: "si la religión cristiana prohibiera totalmente las guerras se les hubiese ordenado dejar las armas. Luego, citando el Evangelio y a Santo Tomás, llega a probar la licitud de la guerra defensiva y ofensiva: Es lícito repeler una agresión con la fuerza y lícito reclamar por una injuria recibida.- Afirma: que cualquier particular puede hacer la guerra defensiva y no sólo para defenderse a sí mismo sino que sus bienes y sus cosas; que cualquier república tiene derecho a declarar y hacer la guerra y dice que el príncipe tiene la misma autoridad que la república; la única causa justa de guerra, respetando el principio de proporcionalidad de los medios, es la injuria recibida. Funda su afirmación en la definición de guerra justa que da San Agustín: "Las guerras justas suelen definirse diciendo que son aquellas en que se toma satisfacción de las injurias, si ha de castigarse a una ciudad o a una nación que no se ocupa en reparar el daño causado por sus súbditos ni de devolver lo quitado injustamente”.
b) Actos lícitos contra el enemigo en guerra justa
Primera proposición: En la guerra es lícito hacer todo lo necesario para la defensa del bien público.Segunda proposición: Es lícito recobrar las cosas perdidas y sus intereses.Tercera proposición: Es lícito resarcirse con los bienes del enemigo de los gastos de la guerra y de todos los daños causados por el injustamente.Cuarta proposición: El príncipe que hace una guerra justa podrá hacer cuanto sea necesario para mantener la paz y la seguridad frente a sus enemigos.Quinta proposición: Después de obtenida la victoria, recobradas las cosas y asegurada la paz, se puede vengar la injuria recibida de los enemigos y castigarlos por las injurias inferidas.
c)Algunas reflexiones sobre las proposiciones:Según Vitoria, para hacer la guerra no basta la simple creencia del príncipe en que una causa es justa , ya que si se da el caso, la guerra sería justa para ambos bandos en conflicto. Por lo tanto, aconseja revisar la justicia y sus causas, así como las razones aducidas por los adversarios. Por otra parte, si a los súbditos les consta la injusticia de una guerra no les es lícito ir a ella aún por mandato del príncipe. esto en virtud de la ilicitud de dar muerte a inocentes. Esta preocupación por la justicia de la guerra obliga a los consejeros del rey a examinar las causas de una guerra justa ya que si se concreta una guerra injusta, parecería contar con el consentimiento de ellos ya que "a cada uno se imputa lo que puede y debe impedir si no lo impide".d)Francisco Suárez:empieza por considerar a la guerra como un hecho sin señalar distingo con la simple lucha. Su concepción es de amplitud tal que abarca a todos los hechos de fuerza. Posteriormente encuadra y limita a la guerra justa, haciendo notar que sólo podrá se considerada como tal aquella que reúna las siguientes condiciones:
-Que sea declarada por una autoridad legítima-Que medie una causa justa-Equidad respecto del enemigo tanto en la guerra como en la paz. (Fuente de datos: Wikipedia).B) ¿Puede un socialista votar a IU para que el PSOE se hunda y erradicar a unos parásitos que se han adueñado de él y lo han llevado a unas políticas de derechas?a) no sólo es que puede sino que incluso debe, en pura teoría de la lógica analítica; el problema, como venimos diciendo en todo lo que se refiere a este asunto de la actitud frente a los problemas de política concreta, es que, como se deduce de la definición de la ciencia política como estudio de aquellas decisiones sociales que son realmente posibles en la práctica del gobierno de la res publica, es que, en cada caso concreto, antes de tomar cualquier decisión política es preciso realizar el análisis más riguroso que sea posible en relación a las condiciones fácticas que presenta el problema en sí respecto a las posibilidades y consecuencias de las posibles actuaciones.De modo que: a’) votar un socialista a IU sólo para que el PSOE se hunda y erradicar así a una clase parasitaria que se ha adueñado del partido y lo ha forzado a realizar unas políticas de derechas, sólo sería aceptable si la situación del país fuera normal, en el sentido de que no existiera, como la hay, una crisis global de importancia tan decisiva que, equivocarse en la elección de las decisiones implique necesariamente la posibilidad de propiciar una situación totalmente irreversible que sitúe a la ultraderecha, que representa el PP, en una posición de permanente y continuada, perpetua prevalencia.b) ¿Y un comunista convencido puede decidirse por el voto útil a favor del PSOE? Claro que sí, y necesariamente, en virtud del argumento expuesto en el párrafo anterior: yo mismo, lo he dicho muchas veces, soy comunista no sólo convencido sino también acérrimo, creo que siempre que sea posible y útil el voto a IU no sólo debe de hacerse sino que no hacerlo es un crimen de la más lesa de las magnitudes, pero si el voto a IU sólo significa o representa restarle votos a la menos mala de las opciones reales que se den en la lucha política, y favorecer así de una manera absolutamente decisiva el dominio total y probablemente irreversible de la situación políticosocial y económica a la más cínica y canallesca de las ultraderechas históricas, mantenerse equidistantes, imparciales y neutrales no sólo es una de las más perfectas canalladas históricas que pueden cometerse sino, lo que es mucho peor aún, un error de proporciones gigantescas que puede tornarse con el tiempo totalmente irreparable.