Toda verdad pasa por tres etapas. En la primera, es ridiculizada. En la segunda, enfrenta una violenta oposición. En la tercera, se acepta como algo evidente. Arthur Schopenhauer, filósofo Alemán
Hace tiempo que dejó de acumularse oro aquí
Voy a hacer una incursión en un terreno pantanoso en el post de hoy. La macroeconomía. Si algo ha me ha hecho consciente la crisis monetaria que estamos viviendo es la incultura, propia para empezar y más sorprendenetemente ajena, que en materia económica nos domina.
Como casi siempre en el cafelito, quise buscar algo más, buscar más información y sobre todo, buscar algo que se saliera de lo que todo el mundo el mundo opina como válido, lo que hay que hacer o la única alternativa posible. Lo sé. Corro el tremendo riesgo de caer en el sesgo de confirmación o de caer en la trampa de lo novedoso y contracorriente.
Lo que voy a contar a continuación sobre economía creo que tiene valor más allá de de que sea 100% correcto. Creo que ofrece un enfoque alternativo que nos puede hacer ver la crisis en la que nos encontramos, y sobre todo las posibles soluciones a la misma de una forma muy diferente. La historia empieza en el año 1971 (antes de que yo naciera) y la protagoniza uno de los presidentes de USA más polémicos de la historia. Richard Nixon, ¿quieres acompañarme?
Antes de que abandones el post, te aviso. Vienen curvas peligrosas. Cosas que te harán rascarte la cabeza y te recomiendo que estés fresco. Voy a tratar de hacerlo lo más digerible posible, pero no puedo garantizar nada. Eso sí, si soy capaz de mantener tu atención hasta el final, es posible que tu concepción y comprensión de términos como déficit, deuda, crédito, monedas o impuestos, de un cambio radical. A mi me ha costado varias semanas, pero espero ser capaz de hacer llegar el mensaje un solo post. Ojo, como decía al principio, puedo o mejor dicho, pueden estar muy equivocados quienes proponen esta visión. Pero es una visión que merece la pena contemplar.
El dinero no es oro
En 1971 Nixon hizo esta declaración. Pero, ¡no sé inglés! No te preocupes, te lo traduzco. Nixon con esta declaración pública decía que se acababa con la convetibilidad del dólar en oro. ¿Ein? Sí. Yo mismo hasta hace apenas unos días pensaba que los billetes (euros, dólares, yuanes o libras) tenían un valor “real”. Es decir, que había algo físico detrás de esos papelitos o monedas con los que todos pagamos cafés o viajes a diario. Esto NO ES CIERTO. Me explico. Lo que Nixon vino a decir en 1971 es que si uno iba a la reserva federal (Banco Central de USA) y pedía que “por favor, ¿me puede cambiar estos 100$ en billetes en su equivalente en oro?” la respuesta, a partir de ese momento sería, “lo siento, nuestro Presidente Nixon acaba de decir que el valor del dolar no tiene nada que ver con el oro”. Todos hemos visto pelis, como La Junga de Cristal “La Venganza”, en la que unos malos malísimos, quieren robar la reserva de oro de USA. Esto sería una catástrofe porque haría perder al dólar su valor. MENTIRA.
El dolar, o cualquier otra moneda moderna (como Euro), ya no están respaldadas por el oro. Ni por el oro, ni por ninguna otra cosa real. Es decir, tu no puedes ir con tus euros al banco de España o al Banco Central Europeo (BCE) a decir “¿me podría cambiar estos euros por X gramos de oro, plata, bronce, etcc…..?” Esto ya no es así, y nunca lo será. Vele, pues muy bien, ¿y?
Dinero Fiat
Esto puede parecer una barbaridad porque básicamente nos dice que el dinero no vale nada más allá de lo que dice el banco central de cada país que vale. Esto se denomina en economía Chartalism (de chart, carta). Sin embargo, tiene mucho sentido si se piensa con calma. Fijar una moneda al oro o a la plata puede crearnos muchos problemas. Estamos basando toda nuestra economía en un valor físico concreto y por tanto finito. ¿Qué pasa si de repente a la gente deja de gustarle el oro? ¿Y si se encuentra una yacimiento de oro enorme y desconocido? ¿Y si un país acapara todo el oro del mundo? En todos esos casos nuestro oro valdría menos, es decir, tendríamos que usar más monedas para conseguir la misma cantidad. Pero eso no es lo peor.
Basar nuestra economía en algo finito limita el posible crecimiento. ¿Qué pasa si el valor de todas las cosas que produce la economía supera al valor del oro que tiene almacenado un banco? En algún momento la gente empezará a pensar que ya no es posible ir al banco a cambiar todos sus ahorros dinero, porque no hay oro suficiente para cambiarlo. Un problemón si todo el mundo piensa lo mismo. Por este motivo todas las monedas modernas se denominan “fiat currency“, es decir, monedas sin un valor específico real más allá de lo que pone en ellas. Y esto lo cambia todo.
Teoría Monetaria Moderna
Hoy en día los bancos centrales de los países con moneda independiente, no necesitan comprar oro para crear dinero. Básicamente tienen a sus disposición una imprenta y pueden generar todo el dinero que quieran. Es decir, un estado con moneda propia y soberana, para financiarse no necesita impuestos, ni emitir deuda ni pedir créditos. El mismo se puede financiar, porque el es el único que tiene la capacidad de crear dinero desde cero. Ni empresas, ni particulares pueden hacerlo, dependen del dinero que imprima el estado para poder funcionar. Repito, un estado con moneda propia no necesita de los impuestos para conseguir dineno, porque él es el único que puede crear dinero y por tanto todos los demás actores de la economía dependen de el estado para conseguirlo.
Imagino tu cabeza en estos momentos, vamos con un ejemplo.
Supongamos vamos en un barco y llegamos a una isla desierta donde viven unas alegres gentes. Estas personas vivían allí a través del trueque y/o de una moneda en conchas, y serían totalmente felices si no fuera porque tienen unos vecinos poco amistosos de otra isla. Después de hablar con ellos, llegamos a un acuerdo. Nosotros podemos proporcionales protección, sanidad y enseñarles cómo usar internet y ellos nos dejarán vivir en su preciosa isla. De repente nos convertimos en su gobierno. ¿Cómo podemos concretar este acuerdo? Hasta la fecha, los isleños usaban conchas para sus intercambios. Cuando un isleño quería comprar cocos a otro y esto no tenía nada para darle como trueque, le ofrecía conchas que el primero podría utilizar con otro isleño. El problema es que cada vez había menos conchas, con el uso se rompían y costaba encontrarlas.
Les proponemos entonces salir de esta espiral, ¿qué os parece si nosotros, el nuevo gobierno, imprimimos unos papelitos que hagan el papel de las conchas? No se rompen tan fácilmente, y además, si se rompen podemos crear otra en un momento, tantas como haga falta. Acabamos de crear una moneda fiat, que tiene valor por el mutuo acuerdo entre los isleños y nosotros, el nuevo gobierno. Así que decidimos imprimir un buen montón de nuevos billetes isleños, los llamaremos, maravedíes. No sabemos cuántos maravedíes vamos a necesitar pero de momento no importa, empezamos por una cantidad cualquiera. Al fin y al cabo podemos imprimir todos los que queramos. Pero para poder acceder a este dinero vamos a poner una condición, cada año los isleños nos tienen que pagar x maravedíes en forma de impuestos. Con esos impuestos nosotros pagaremos a maestros y a albañiles que crearán escuelas (esto es así porque nos han pedido ayuda con esto, pero nuestro acuerdo podría haber sido cualquier otro).
A partir de ese momento, todos los isleños van a tener que hacer transacciones en maravedíes para que al final del años tengan los X maravedíes que les exigimos. ¿Veis el matiz? El gobierno, no necesita los impuestos para recaudar o para gastar porque puede imprimir dinero siempre que lo necesite. De hecho, los maravedíes que se recauden por impuestos se pueden ir perfectamente a la basura tal cual.
Los impuestos
Y entonces, ¿por qué poner impuestos? Porque de no hacerlo corremos el riesgo de que a medida que crece la economía la gente acumule muchos maravedíes y éstos dejen de tener el valor que dicen tener. Es decir, los impuestos no son una forma de recaudar por parte del estado, sino una forma de mermar la capacidad de ahorro y de consumo por parte de los usuarios de una moneda. Al quitar dinero del sector privado (isleños) vía impuestos controlamos que no acumulen más maravedíes de los que realmente son capaces de respaldar con sus plantaciones de cocos u otras actividades.
¿Qué ocurre si nos pasamos con los impuestos? Peligro. Lo que estamos haciendo en este caso es quitar más ahorros de los necesarios a los isleños. Como al final de cada año nos tienen que pagar esos impuestos en maravedíes no podrán usarlos para otras cosas. Si quieren seguir comprando tendrán que recurrir al crédito. Este es justo el motivo del excesivo endeudamiento que han sufrido tantos países. No ha sido y no es un problema de deuda publica (déficit) sino de deuda privada. Cuanto nuestro gobierno tiene superávit estamos quitando dinero a nuestros ciudadanos, les estamos quitando capacidad de consumo.
Déficits y Superávit
Por el contrario, cuando el gobierno tiene déficit lo que está haciendo es meter más dinero en el sistema. Está generando dinero desde cero para que sea utilizado por los ciudadanos. Los impuestos funcionan como una forma de control no como una forma de recaudar. Repito, siempre podemos imprimir tanto dinero como queramos.
Puesto que el estado es el único que puede crear moneda desde cero, sus ingresos y sus gastos no son nunca como los de una empresa o un particular. Es más, es el único que al crear dinero puede hacer que los demás sectores de la economía ganen ese dinero. Estados Unidos nunca jamás va a quebrar porque siempre podrá emitir moneda propia, y esta moneda será creíble en tanto en cuanto nos creamos que su economía tiene base para sustentarla, ¿acaso alguien lo duda? La deuda continua de USA no es más que un reflejo, desde el punto de vista de la MMT, de lo que ha ido creciendo su economía durante todos estos años.
¿Cuál es o podría ser el problema? Que nos pasemos con la máquina de hacer dinero, que hagamos tanto dinero que deje tener valor. Es decir, que no refleje realmente la capacidad productiva de los isleños. ¿Qué hacer si se detecta esto? Muy sencillo, dejar de imprimir dinero y sacar ese exceso de dinero del sistema vía impuestos. Solo en esos casos el estado debería tener superávit. Para quitar del sistema el número excesivo de billetes y evitar que pierdan valor. ¿Qué hacer luego con estos billetes retirados del sistema? ¿Ahorrarlos? En este sistema esto es absurdo, se podrían quemar perfectamente y no pasa nada porque siempre podremos volver a imprimir más. Por supuesto, esta situación de superávit solo puede continuar hasta el número de billetes en la isla vuelva a reflejar mejor la riqueza de la isla.
Este mecanismo es el que funcionan en todos aquellos países con moneda propia y el que explica cómo funcionan las monedas fiat.
A mi me ha costado un buen tiempo entenderlo y el problema es que creo que ni políticos ni muchos economistas o banqueros saben cómo funciona. O lo que sería más grave, lo saben pero lo aprovechan en beneficio propio. Siempre tiendo más a la primera opinión. Decía y dice mi abuela “Hacen más daño los ignorantes que los malintencionados” Creo que este es el caso.
Referencias
Todo esto, obviamente no me lo he inventado yo. Los lectores habituales del cafelito saben que trato de investigar y sustentar mis artículos en información contrastable. Todo esto que os cuento forma parte de una escuela de pensamiento económica llamada Modern Monetary Therory (MMT) (Teoría Monetaria Moderna). Entre sus defensores están, Warren Mosler (candidato a la presidencia de USA 2012), Bil Mitchell, o John Kenneth Galbraith (hijo) entre otros muchos. Por cierto, esta teoría no es ni de izquierdas ni de derechas aunque puede parecer extraño, es una explicación de la realidad económica como podría ser la teoría de la relatividad de Einstein. Según este modelo el estado puede o no jugar un papel más o menos importante.