Bendecido por una geografía que quita el aliento y un no sé qué que no deja de seducir a los visitantes, el pueblo resguardado por el Cerro del Tepozteco es tierra de misticismo, artesanías, clima inmejorable y relajación, pero sobre todo de buena vibra y energía que revitaliza (1).
Pueblo que atrae extranjeros, hippies, mochileros y gente en busca de aventura.
A primera horaLo más típico para hacer en este pueblo es subir el Tepozteco. Es una subida de una hora que combina escalones de piedra y caminos rocosos, al llegar a la cima te encuentras con una vista preciosa del pueblo y la pirámide que le da nombre al pueblo (los domingos es gratis subir la pirámide, igual si tienes credencial de estudiante o maestro, los demás días pagas 50 pesos por persona).
Arriba te venden un vaso de agua mineral o resfresco con hielo y limón bastante caro (20 pesos) pero fresco e hidratante. Te recomiendo llevar tu propia agua para el camino y tal vez un par de snacks para no morir de hambre ya que lo mejor es subirlo temprano (antes de desayunar) y bajarlo para ir a desayunar en el mercado.
A desayunarSin duda alguna: el mercado. Esta lleno de puestos donde venden deliciosas quesadillas, tacos y lo más tradicional, itacates. Un itacate es una tortilla gruesa de forma triangular que se hace con la más de la orilla, sal, queso, manteca y otros ingredientes mágicos (que desconozco) pero que le dan un sabor buenísimo. Normalmente los parten a la mitad y los rellenan de cualquier cosa que se te ocurra (queso, chorizo, papas, cecina, tinga, frijoles, flor de calabaza, etc). No se los pueden perder.
Para bajar el desayunoCaminar por el pueblo. No es grande y lo puedes recorrer todo con excesiva calma en 2 horas. Hay varias calles llenas de tiendas con artesanías de la zona, cafés, bares, restaurantes y mucho más. Los fines de semana se pone el mercado ambulante en la calle principal al lado del mercado y es la cosa más divertida del mundo. Música en vivo, lectores del tarro y de auras, cafés llenos de vida, puestos que venden joyería, ropa hippy, artesanías, materiales interesantes, comida y nieves, arte y muchísimas cosas más.
Un aperitivo para el calorPorque caminar tanto abre el apetito (aún después de tantos itacates). Y la mejor manera de eliminar ese antojo y refrescarte es con una buena botana y una michelada o un mojito. Hay un restaurante llamado Bambú que a mi me gusta bastante. Rústico, hispter/hippy, decorado con bambú, mitad cafetería y mitad bar es la parada perfecta para un tentempié. Hay muchísimos cafés iguales pero este es mi favorito y accesible igual.
Y para antes de irseNo se pueden ir sin probar las Tepoznieves. Las nieves típicas del lugar, encuentras una sucursal cada cuadra (no es broma) y son, aparte de buenas para nuestros bolsillos, deliciosas. En la gran sucursal original que esta en la entrada del pueblo podrás encontrar más de 50 sabores diferentes. Tienen combinaciones exóticas (como tequila y limón) y otras más normales (vainilla o mandarina).El diseño del lugar es también asombroso, no se lo pueden perder.Es la manera perfecta de acabar el día en este pueblo tan especial.
ExtrasSi te gustan los templos o eres religioso debes visitar el Ex Convento Dominico de la Natividad que se encuentra por la misma zona del centro y el mercado. Sencillo y bonito.Y si eres más de cultura y museos tienes que ir al Centro Cultural pedro López Elías, donde encontrarás la biblioteca pública y sustentable de Tepoztlán.La bebida típica es el pulque, pero no soy fan personal de este destilado.Hay muchos restaurantes famosos, buenísimos pero caros para una chica que adora comer en el mercado. Los Colorines (he ido, es bastante bueno y muy típico, El Ciruelo (caro, pero con una vista muy bonita), La Veladora, Axitla, Las Marionas, El Brujo y La Luna. Todos diferentes y súper recomendados, yo simplemente adoro lo mágico de los nombres.Y finalmente, si cuentas con más tiempo y presupuesto definitivamente tienes que quedarte en alguno de los relevantes hoteles y spas que hay en la zona. Preciosos, no tan caros y perfectos para relajarse o tener tu primera experiencia en un temazcal con brebajes naturales y orgánicos.
Esta foto la tomé hace unas semanas, esta es la preciosa vista llegando a la cima del monte.
¿Han ido?¿Les gustaría ir?
Del minuto 3:24 en adelante es la excursión a Tepoztlán que hice hace dos años y en donde si tomé video, por si quieren verlo.
Muchos abrazos,