Tercer aniversario

Por Negraflor @NegraFlor_Blog

Veintiséis de diciembre. San Esteban. A las 12:28 del mediodía Chocolatina Menor cumplirá tres años. No voy a volver a explicarte el relato de su parto (si quieres, puedes leer aquí la primera parte y la segunda).

Tres años ya desde su nacimiento, que borró de un plumazo la congoja y las dudas que me reconcomían, porque no sabía si podría querer tanto a otro bebé como quería a Chocolatina Mayor. Todavía recuerdo lo muchísimo que lloré cuando supe que estaba embarazada, a pesar de ser deseado; pero tenía que pasar el duelo, aceptar que Chocolatina Mayor iba a dejar de ser “La Única“, sentir todas las dudas de pensar que iba a tener que “dividir” mi amor por Chocolatina Mayor con un nuevo bebé al que tendría que conocer, adaptarme y acostumbrarme, ahora que empezaba a tener a Chocolatina Mayor “por la mano”.

Ya sabes que el nacimiento de Chocolatina Menor sanó muchas heridas emocionales del despropósito que supuso el nacimiento de su hermana. Me resarcí, me sentí plena, me sentí capaz, y supe que podía parir, como hacen todas las mujeres en el mundo a las que se lo permiten.

Han pasado ya tres años, en los que no dejo de maravillarme viendo crecer a mi pequeña, observando cómo va formando su personalidad, cómo hace sus pequeñas elecciones, cómo cada día, con ella, puede suponer el descubrimiento de algo nuevo.

Es una niña muy independiente; le gusta irse a solas a la habitación de juegos, e inventar sus propias historias; no se aburre nunca, siempre es capaz de ingeniárselas para entretenerse con lo que sea. Es muy ocurrente, le gusta explicar infinidad de cosas, aunque ello implique hacerlo a la velocidad del desplazamiento de los árboles… y entrando en bucles de los que le cuesta horrores salir. Pero también tiene momentos en los que participa del juego con su hermana mayor. Esos momentos de complicidad entre ellas me enternecen hasta el extremo; y cuando se alían “contra” mí, defendiéndose la una a la otra, ya me parece el colmo. Me encanta, me divierte, y tengo que aguantarme la risa.

Y ya está en El Cole de los Nenes Grandes, porque ya es mayor; con las ganas que ella tenía. Ya ha traído su álbum de tareas (te lo contaré otro día); al ver todas las cosas que ha aprendido y las canciones que ha memorizado, me siento infinitamente orgullosa de mi pequeña, y me emociono.

El colegio ha traído cosas menos deseadas, como que el colegio ha potenciado su vena hooligan, y muchas veces hay que llamarle la atención porque se pone muy en modo macarra, y no nos gusta nada; pero no son tantas veces, en realidad; y, aunque no nos gusta, a veces nos parece tan traviesa que se nos escapa la risa.

Tres añitos que hoy celebramos en compañía de nuestra familia y amigos más cercanos, en una celebración tranquila (en Catalunya es festivo, y la gente tiene la tradicional comida de San Esteban), en petit comité.

Un pasito más que da mi pequeña, mi mar amable y dulce, mi todo. Felicidades, mi amor.