Una última jornada muy interesante donde, junto a los conciertos matinales en plena ciudad, llegó una edición en el recinto que será recordada.
Depedro era la segunda banda en subir a ese escenario y siempre sucede algo especial con Depedro, la propuesta de la formación y el aura que desprende es simplemente es mágico y eso lo sabe Jairo y el resto de la banda que empezaron el show con clásicos (y que canciones no son clásicos). Muchos fans esperaban la llegada de Llorona, Te sigo soñando, Como el viento, Panamericana y Nubes de Papel y no podían faltar. De su directo, el momento en el que toda la banda apareció entre los asistentes y se hizo un círculo pasó a ser la imagen para muchos, pero con lo que toda la gente se quedó fue con la forma en la que la banda se comunicaba y como Jairo con la guitarra aporta algo más que da una perspectiva completa a la banda. Sin pretenderlo pasó a ser un icono de la primera hora del festival por y para las tres jornadas dado que pese a ser un directo perfecto (como los que siempre dan), hizo historia transmitiendo, haciendo que los fans no parasen de cantar y de estar ahí con los pelos de punta y con la vitalidad de los grandes directos.
Carlos Sadness llegaba con una escenografía con palmeras, flamingos y con su ukelele; un directo de vitalidad, buenas canciones (con un guiño a Bomba Estereo en To my love) y con guiños a la papaya y claro está Isla Morenita, Amor Papaya, Te quiero un poco y Que electricidad no podían pasarse por alto. El buen rollo que Carlos presentó durante su directo y la comunicación continua entre el escenario y los fans que llenaron el recinto para disfrutar y cantar cada una de las canciones del repertorio. La propuesta de Sadness llegaba ya con la noche como aliada aportando (desde fuera) un show que se mezclaba con las luces del escenario que iluminaban de manera interesante el escenario y la escenografía dando a los fans lo que esperaban y aportando lo necesario para dar ese show que se quedaría en su memoria.
Shinova cerraría ese escenario, ya actuaron en el 2017 en este festival y ahora llegaba una nueva fecha en la que brillar. En este caso salieron con contundencia, juego de luces oscuras y contras rojas, amarillas y moradas que resaltaban su repertorio basado en sus últimos temas y alguna revisión del pasado para engrandecer este directo con propuestas como Cartas de navegación o El Álbum entre otras canciones que aparecieron hiladas y casi sin descanso para aprovechar cada minuto y presentar casi todas las canciones posibles y cerrar de una manera rotunda y con estilo. En este show no solo Gabriel estaba en un buen estado de forma y con ganas de dar espectáculo; toda la banda hizo un alarde de estilo y de ganas de pasarlo en grande. Shinova demostró su buen estado de forma y sus buenas maneras en estos grandes escenarios; algo que quedó latente y con creces para esta banda.
En el escenario Guadalajara empezarían Los Vinagres subiendo las revoluciones con su estilo personal ante el calor y congregando a varios fans en la primera fila. El power trío presentó canciones como Me pone rabioso tu forma de andar y Chibichanga entre otros temas de su repertorio basado en su nuevo disco y con revisiones de su anterior trabajo. Su vitalidad y la forma en la que empezaron amoverse por el escenario fue algo más que la propuesta esperada; como banda demostraron que aportan algo especial a los festivales y dejaron esa impronta para dejar un buen sabor de boca en esta edición.
Second era la siguiente banda del escenario y era una noche cerrada cuando al lado del escenario se les veía en un corro saltando y preparando el show que darían, un directo donde la banda murciana dejó a todo el mundo con la sensación de que no dejaron de cantar. La banda mezcló sus habituales canciones con canciones del nuevo disco. No solo Sean Frutos se lo pasó bien en el escenario, la banda estaba cómoda y en canciones como Nivel Inexperto, 2502 y Rincón Exquisito no podían faltar. La banda está demostrando que son una referencia nacional con esa experiencia. Siempre sorprende de Second la potencia desde la zaga y la capacidad de guitarras y bajo para terminar de ensalzar las canciones. Un verdadero lujo poder disfrutar un directo de esta banda en un festival con estas garantías y, para muchos, el mejor directo del festival.
We are scientist aparecieron en el escenario; para muchos la banda más tapada del festival y para otros un descubrimiento. Chapurreando castellano, aparecieron en el escenario en formato power trío con canciones como The Great Scape y su single In my head. La banda estaba demostrando que querían darlo todo y aportar un poco de luz a una hora tan delicada (la hora de cenar y era el momento entre dos conciertos importantes). Con esto, poco a poco fueron ganando asistentes y curiosos que se fueron quedando para disfrutar de su show. Un acierto de la organización a la hora de traer a esta formación.
Un fin de fiesta por todo lo alto en Guadalaja y una nueva edición que recordar para quienes asistieron.
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