El jueves 10 de marzo, a las 21,00 horas, en la Abadía de San Mercuriale, en la Piazza Saffi de Forlì (Italia), se interpretará la obra musical “Teresa de Jesús, para vos nací. Mujer del fuego, brillante y transparente como un relámpago”.
- Música: Alessandro Nidi
- Texto: Giampiero Pizzol
- Cantante solista: Daniela Piccari
- Voz: Laura Aguzzoni
- Piano: Alessandro Nidi
- Teclado: Emanuele Nidi
- Guitarra: Enrica Savigni
- Contrabajo: Giuliano Nidi
- Percusión: Sebastiano Nidi
Con la participación del guitarrista Piero Bonaguri, que interpretará piezas de Joaquín Rodrigo.
Mujer del fuego, brillante y transparente como un relámpago, Teresa cruza el siglo de Oro de España, dejando una profunda huella en el alma de la cultura occidental. No es solo una mística, una reformadora, una escritora, una mente ingeniosa y una activa fundadora de conventos, es una mujer de Dios libre, que no renuncia a la búsqueda de la felicidad completa ya en esta tierra. Persigue a Dios, lo busca, lo llama con un grito que siempre resuena en el corazón humano: ¿Dónde te has escondido?
También Dios la busca. El verdadero encuentro es una revelación: Dios está más cerca que cualquier otra cosa, y no fuera de nosotros, sino dentro de nosotros. Lo que hay en la última morada del castillo del alma, justo en el medio, no es la oscuridad del inconsciente o del mal, sino el ser que da vida a todas las vidas y que da sentido a todo, la fuente del amor que mueve el universo.
Teresa descubre un Nuevo Mundo más de lo que hará Colón surcando el mar. Y sobre esta nueva tierra, funda sus pequeños rincones de paraíso, los Carmelos de la Reforma
En un tiempo de guerras, de laceraciones de la Iglesia, de miseria y miedo, Teresa, monja de clausura, camina por los caminos polvorientos de España, atraviesa ríos, alquila casas derruidas, y siempre va donde Dios la quiere. Su clausura no es una prisión, es la libertad infinita que tiene por confines el mundo, pero que también puede experimentar su plenitud en la más pequeña celda.
Teresa, hija de la Iglesia y la Esposa de Cristo, herida por el amor en el fondo de su corazón, es una fuente que nos abruma, un río que lleva consigo todo lo que encuentra a su paso y que, a sus 500 años, sacia con su palabras a aquellos que buscan la plenitud de la vida.
Fuente: compagniabella.com