Teresa rabal

Por Cogito

Haber conocido a Paco Rabal ha sido una experiencia muy grata de mi vida. Oír a Asunción contando a su nieta y a la mía historias familiares, imitando la entrañable fonética de su marido es un espectáculo impagable.
Es difícil encontrar una familia tan profundamente vinculada a una tierra.
Es frustrante que Teresa se queje públicamente de la desidia con que tratan su legado y el desdén que percibe en las autoridades locales.
Convertirla en gestora cultural y directora del auditorio sería beneficioso para aguileños y murcianos. El alcalde tiene la oportunidad de reconducir el tema. Teresa y Eduardo gozarían de una merecida etapa más tranquila en Cope.