La imagen fue financiada por Gunnel Bornmalm, una venerable señora de noventa años, autora de un libro sobre la santa titulado Teresa de Lisieux. El caminito, que ha querido regalar el icono a la iglesia luterana de Vasakyrka.
De fondo, están los esfuerzos por el trabajo ecuménico y la reconciliación entre confesiones cristianas, algo que el papa Francisco recalcó en el encuentro de 2016 en la catedral sueca de Lund.
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Fuentes: Ecclesia, Iglesia Evangélica Sueca, Göteborgs-Posten