Muy pocas veces tenemos la ocasión de revivir clásicos del cine de épocas pasadas en pantalla grande otra vez. Sin embargo, gracias a la fiebre retro que nos invade desde hace algunos años, y a que algunas de las obras cumbre de sus respectivas épocas van celebrando aniversarios señalados, de vez en cuando se nos presenta la ocasión de viajar atrás en el tiempo, cual Arnold Schwarzenegger en la película que hoy me ocupa, y volver a disfrutar de películas míticas en el cine otra vez. Su estado natural.
No hace mucho que pudimos disfrutar de nuevo en pantalla grande de la mítica Los Cazafantasmas por su trigésimo aniversario. También, el próximo viernes 29 de diciembre volveremos a disfrutar en pantalla grande de Gremlins, y ahora veitiseis años después de su estreno y, con la disculpa de su remasterización a las tecnologías 4K y 3D hemos tenido de nuevo en cines Terminator 2: El Juicio Final, aunque han sido pases muy reducidos y en muy pocas salas. De hecho, en Vigo ha habido una única sesión, en la que había bastante gente.La película debería haberse re-estrenado a finales de 2016, por su vigésimoquinto aniversario y, de hecho, llegó a anunciarse. Pero no ha sido hasta el verano de 2017 en USA y este diciembre en nuestro país, cuando hemos podido acompañar de nuevo al T101 al pasado para para enfrentarse al moderno T1000 y proteger a John y Sarah Connor.La película está considerada como una de las mejores secuelas de todos los tiempos y fue la consagración definitiva de James Cameron, que repetía hazaña tras rodar otra secuela mítica: Aliens El Regreso. La cinta supuso toda una revolución a nivel de efectos especiales, especialmente los generados por ordenador, poniendo de moda la innovadora técnica del morphing, que se usaría habitualmente en los años siguientes. El video de Michael Jackson del tema Black or White, estrenado un par de semanas antes que la película de Cameron, fue el otro gran exponente de la técnica del morphing. Vale la pena recordar que la película ganó cuatro Oscars, todos ellos en las categorias visuales y de sonido.Pero no solo de efectos especiales se nutre Terminator 2. No vamos a decir que sea un alarde de capacidades interpretativas, pero tanto Arnorld como Robert Patrick bordan sus papeles de robots mortales e inexpresivos. Los papeles parecían escritos a medida para ellos. Linda Hamilton cambia completamente de registro con respecto a la primera entrega y Sarah Connor pasa de ser la damisela en apuros a una de las guerreras más icónicas del cine moderno, para hacerle compañía a la Teniente Ripley.Además de eso, la película es muy entretenida y la historia, con sus inevitables legunas debidas a su propia naturaleza, es sólida y desarrolla perfectamente los personajes, a pesar de centrarse en la espectaculares escenas de acción, muy vigentes hoy día, especialmente tras el lavado de cara al que ha sido sometida. Además el 3D es bastante acertado y, aunque no sea nada del otro jueves, es de mucha calidad para ser una conversión.Desde luego, tanto si sois fans como si véis la película por primera vez, os recomiendo no dejar pasar esta oportunidad única de disfrutar de Terminator 2: El Juicio Final en la gran pantalla o, como mal menos, cuando se edite su versión doméstica
Vale la pena.Lo mejor: Volver a verla en una pantalla de cine. La remasterización ha sido muy buena, haciendo que los efectos especiales generados por ordenador apenas se noten. Mantiene toda la magia y el interés. Ver la sala de cine más llena que con algunos estrenos actuales. Aunque no tengo claro si es una buena o mala señal.
Lo peor: Su limitada distribución. Vale que no es una novedad, pero seguro que tenía más recorrido.
Nota: 8,5/10La frase: "No hay futuro. Solo existe el que nosotros hacemos."