Ya he dicho en más de una ocasión y defenderé hasta la muerte que sin ser el cagarro de cinta que muchos proclaman, Terminator 3 fue esa meada fuera del tiesto que trastocó para siempre el rumbo de la saga Terminator. Como cinta de acción y blockbuster palomitero cumplía con creces, además de contar con una escena final inesperadamente atrevida y pensada para enlazar con una futura cinta ambientada en el futuro como finalmente sucedió. Pero la película dirigida por el desaparecido TAL falló en dos elementos cruciales de la saga con una sola decisión: Terminatrix.
Ahí estaban hasta que hace unas semanas Arnie dijo que volvía que Terminator 5 era su prioridad. La maquinaria de Hollywood comenzó a moverse y se medio-fichó a Justin Lin (A Todo Gas 4 y 5) y comenzaron a surgir rumores que apuntaban a que uno de los guiones que se barajan para la secuela incluía a todos los personajes originales (Kyle Reese, John Connor, Sarah Connor y T-800). Cuando parecía que nada podía salir mal va la señora Schwarzenegeer y se entera de que el hijo de 10 años de su asistenta es también hijo de su marido, lo que ha obligado al actor a aplazar su regreso para poner calma en casa. Y en ese punto estábamos hasta hoy, y eso que no hemos hablado de los problemas legales sobre los derechos de la saga, que finalmente están en manos de la productora Megan Ellison (Valor de Ley o lo nuevo de Paul Thomas Anderson).