2015 es el año de la ciencia-ficción. A lo largo de estos primeros seis meses rara es la semana que no nos visite un film de este género. Ahora le toca el turno a Terminator, una saga conocida por todos que comenzó su andadura en los años ochenta pero que ya cuenta, si contamos con esta, con cinco partes con desiguales resultados de crítica y taquilla. Y se nota que están de moda los reebot. Están ganando terreno a las secuelas y remakes llegando en ocasiones a superar a estos en calidad y popularidad.
Casi todos hemos visto o al menos hemos oído hablar de este curioso experimento que empezó como Serie B pero que se convirtió en poco tiempo en un fenómeno cinematográfico. Sin duda James Cameron llevó a otro nivel el género con esta historia de viajes temporales mezclado con robots sanguinarios y la extinción del ser humano. En los últimos ejemplos parece que la historia fue perdiendo interés por la prematura vejez y la poca participación de su protagonista, el conocido actor de origen austriaco Arnold Schwarzenegger. Es por ello que en Terminator: Génesis, la quinta película, han decidido contar de nuevo con él en un papel que borda precisamente en aquello de lo que más carece, expresividad. Nunca antes habíamos visto un robot más humano ni a un T-800 que protegiera y quisiera tanto a un humano como ahora, bueno a una mujer porque el gran Arnie se convierte en el paladín de la madre de John Connor.
Si echamos un vistazo al argumento las dudas que nos asaltan son tantas que enseguida nos entrarían ganas de volver a visionar las otras cuatro partes. Pero si somos ajenos a ese primer impulso y hacemos una mental retrospectiva en el tiempo sobre lo que sabemos y las nuevas informaciones que recibimos entonces ¡seguiremos con las mismas dudas y el lío será aún mayor! Así que recomiendo encarecidamente que se vea este film sin ideas preconcebidas y dejando la mente en blanco, que disfrutemos de sus magníficas escenas de lucha y sus persecuciones, herederas del mejor Cameron y que simplemente nos dejemos atrapar por el espectáculo visual que ofrece el director Alan Taylor, una fiesta de efectos especiales que sin ser una gran maravilla aprueban con buena nota.
Ante nosotros desfilarán diferentes tipos de Terminators, algunos ya conocidos por el gran público y otros más modernos adaptados a nuestro tiempo como por ejemplo el robot que el tráiler presenta y que ya se revela como el malvado de turno ¡Una genial idea adelantarnos su identidad en el avance! ¡Hollywood estás perdiendo los papeles!
Junto a ellos vemos antiguos personajes humanos como Sarah Connor, Kyle Reese o el detective O´Brien. De todos ellos quizás sea Sarah Connor el más importante pues ella dará a luz al futuro salvador de la raza humana en la guerra contra Skynet y las máquinas. La elección de Emilia Clarke para el papel no es casual pues últimamente está ganando gran popularidad con su interpretación de Danerys Targaryen en Juego de tronos.
Es interesante hacer notar que el humor también está presente en todo el metraje sobretodo en la figura del T-800 soltando su célebre y mítica frase Volveré, mostrando una sonrisa Profidén o cuando entabla agresivas y belicosas conversaciones con el futuro enamorado de Sarah y padre de John.
Terminator: Génesis recomienza una nueva saga como ya ocurriera este mismo verano con Jurassic World o Mad Max: Furía en la carretera lo que nos hace suponer que la maquinaria de los grandes estudios norteamericanos ha tomado una nueva hoja de ruta. Se agradece al menos que como base tomen grandes clásicos ochenteros con los que hemos crecido más de una generación y los modernicen de acuerdo a los tiempos actuales. La inteligencia artificial Skynet tiene nueva apariencia y nuevos enemigos ¡seguro que no serán los últimos!
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