El plato que os traigo hoy es de esos de toda la vida, de esos que preparan las abuelas y que están taaaaaan buenos...
Desde luego no es lo más práctico para el día a día porque requiere de su tiempo así que lo mejor es prepararlo el fin de semana y guardarlo ya que aguanta varios días y recalentada también está riquísima.
Ingredientes:
(para 2 personas)
- 400 gr. de morcillo de ternera
- 3-4 patatas
- 2 dientes de ajo
- 1/2 cebolla
- 1 zanahoria grande o 2 pequeñas
- 1 tomate
- 1/2 vaso de vino blanco
- 1 vaso de caldo de carne
- 1 vaso de agua
- 1 hoja de laurel
- harina
- aceite de oliva
- sal
- pimienta
- tomillo
Preparación:
Salpimentamos y enharinamos los trozos de carne y reservamos.
Pelamos y picamos muy pequeñitos los dientes de ajo. Añadimos aceite de oliva en la cazuela o en la olla donde lo vamos a preparar. Cuando el aceite esté caliente añadimos los ajos y doramos.
Añadimos la carne a dorar y especiamos con tomillo (u otras especies al gusto). Marcamos la carne sin que llegue a cocerse del todo. Retiramos y reservamos.
Pelamos y cortamos la cebolla muy finita o como yo que no me gusta encontrar los trozos la picamos con picadora. La doramos en el mismo aceite de la cazuela hasta que quede transparente.
Mientras pelamos y cortamos a trozos las patatas y las zanahorias y los tomates los en cuartos. Añadimos a la cazuela donde se doraba la cebolla, removemos y dejamos cocinar.
Cuando la verdura empiece a estar dorada añadimos la carne de morcillo que habíamos reservado. Removemos bien para que se mezcle y añadimos entonces el vino blanco. Añadimos también una hojita de laurel y dejamos que el vino reduzca más o menos unos 15 minutos a fuego medio.
Cuando el vino haya reducido añadimos el vaso de caldo y el vaso de agua (o todo caldo). Removemos bien y dejamos cocinar hasta que el caldo reduzca y la carne se quede jugosita unas dos horas. De vez en cuando ir removiendo.
Y a disfrutar!!