Teror (Gran Canaria)

Por Yorga @javieramosantos

Partiendo del interior de la isla de Gran Canaria con dirección a Las Palmas, el viajero pasa por Teror, santuario donde habita la santa patrona y pueblo de profundo sabor isleño. Centro mariano por excelencia, Teror es uno de los municipios más antiguos de todo el archipiélago canario. Y por extensión y devoción cristiana se ha convertido en uno de los lugares más turísticos de Canarias, no sin perder el encanto de su pasado isleño y aborígen.

El centro y núcleo de Teror posee un sugestivo tipismo de hermosa arquitectura que se muestra a través de sus balconadas de madera y señoriales casas de piedra del casco antiguo que le han valido el reconocimiento de conjunto histórico de postín. Bien merecido. Parece un pueblecito congelado en el tiempo, como si el viajero, a su llegada encontrara una estampa de añejo estilo colonial que todavía permanece perenne.

Balcones de madera y menudas casas señoriales configuran el trazado urbano de Teror./Ecelan

Sin duda, el elemento que caracteriza al pueblo es la basílica de la Virgen del Pino, destino de peregrinación desde todos los puntos de Gran Canaria. El origen de este venerado lugar con historia se pierde en el tiempo, aunque la tradición ha perpetuado la fecha del 8 de septiembre de 1481 como su origen, cuando el obispo Frías se postró ante la imagen de la Virgen del Pino; sin embargo, se ignora si dicha imagen fue traída por el propio obispo o por el capitán Juan Pérez Villanueva.

El culto a la Virgen, patrona de la Diócesis de Canarias, está presente a lo largo de la historia de la isla, sobre todo en los momentos más difíciles en los que se producían carestías o epidemias. En cuanto al templo, ha sido reconstruido en unas cuantas ocasiones. Hasta las primeras décadas del siglo XIX la iglesia se utilizó como lugar de enterramiento.

A lo largo del devenir histórico de Teror, los siglos XVIII y XIX han quedado señalados en los anales como época de conflictos y motines, tanto por la propiedad del agua, que tradicionalmente pertenecía a la heredad de Tenoya y los vecinos se veían obligados a usurpar para llevar adelante sus cultivos, como por las tierras de Doramas frente a los vecinos de los municipios limítrofes de Valleseco, Moya y Guía. Es a partir de mediados del siglo XIX cuando Teror adquiere un protagonismo político y social tras implantarse el modelo municipal surgido en las Cortes de Cádiz de 1812.

La localidad canaria se ha convertido en un centro de peregrinación mariano./Sailko

Otros monumentos a destacar en la localidad canaria son la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús, la ermita de la Peña, la de San Isidro, el convento de las Dominicas y el monasterio del Cister, aunque probablemente el mayor encanto de este pueblo radique en sus plazas, la de la Alameda, la plaza Teresa de Bolívar (donde se puede visitar el busto del libertador Simón Bolívar) y, sobre todo, la plaza del Pino en la que se celebran desde hace siglos la feria y el mercado dominical. Esta glorieta es una espaciosa alameda construida en el siglo XVIII que alberga en un lateral una gran cruz verde de piedra.

Dignos de ver resultan también el museo Casa de los Patronos de la Virgen, donde se encuentran elementos como el lecho donde durmió Alfonso XIII en su visita a la isla, las caballerizas y una muestra pictórica del artista alemán afincado en la villa Georg Heindrich; y el palacio episcopal, parte del cual hace las funciones de casa de cultura.

Casa de los Patronos./Pepelopex

Si el viajero sale del núcleo urbano puede efectuar una visita a los manantiales que se sitúan en uno de los márgenes del barranco de Teror: el Principal, el manantial de Agua Agria y el del Molino de Enmedio. Su entorno natural también merece una excursión obligada para disfrutar, entre otros lugares, de varios espacios protegidos como Pino Santo, el Parque Natural de Doramas, donde se sitúan los barrancos de Azuaje y Moya; la Finca de Osorio, que alberga el Aula de la Naturaleza de mismo nombre; El Palmar o el Parque de Sintes, un pequeño bosque que reúne una amplia muestra de fauna (actualmente cerrado al público)

La visita a Teror no está completa si el viajero no aprovecha para degustar su excelente gastronomía y adquiere alguno de los productos típicos de la zona. La mejor artesanía local especializada en la cestería o latonería puede encontrarse todos los domingos por la mañana en el tradicional mercadillo. Mientras, los guisos canarios más populares como la ropa vieja, la carne en adobo, los chorizos o las morcillas dulces son algunas de los productos y especialidades del lugar.

Una vez instalado en las islas, el viajero tiene otros serios motivos para seguir prolongando su estancia y visitas de gran valor histórico, como por ejemplo descubrir los túneles secretos que pergeñó Franco con ayuda de Hitler bajo el antiguo cuartel de la Armada Manuel Lois de Tamaraceite, también en Gran Canaria. O vivir la salvaje y espectacular naturaleza que ofrecen los volcanes de Lanzarote.

Dónde dormir: Hotel JM El Pino; Calle Cabildo Insular, 141; Teror (Las Palmas); teléfono: 928632016.

Dónde comer: Restaurante Casa Ardea; Calle Nueva, 22; Teror (Las Palmas); teléfono: 928613574.