Soy memoria de hombre y edades. Perduro en el presente, sin embargo soy pasado: una cultura olvidada en un lugar enterrado bajo el peso de los años. He dormido ajena al mundo, cubierta de polvo y lodo, sepultada por la antigüedad y exhumada por la historia.
Me he convertido en una pieza de museo que reposa en una vitrina alejada de elementos. Duermo y la realidad contempla mi sueño. Entre mis líneas se esconden enigmas de entonces. Soy arte efímero e imperecedero, un busto de tierra quebradiza y tiempo eterno.