La primera pregunta que debemos hacernos al momento de pensar tener una tortuga es qué tipo de tortuga es. Así es, necesariamente hay que preguntarlo ya que esto determinará el tipo de Terrario, acu-terrario o acuario que tendremos. Esto puede parecer muy simple, pero es vital para el correcto desarrollo de nuestros quelonios.
Debido a esto es necesario antes de adquirir una especie determinada el tener un veterinario especialista. Él nos podrá guiar mejor al respecto de las necesidades que puede presentar en particular nuestro amiguito.
Nunca está de más recordar que siempre que aceptemos cuidar una mascota, debemos darle la atención y el cuidado necesarios. Es un ejercicio de responsabilidad y madurez que en muchos casos es necesario experimentar.
Dimensiones y materiales del hábitat.
Es necesario conseguir tener un terrario o acuario que se adecúe a las dimensiones de nuestra tortuga. Deberá ser de tres a cuatro veces más largo que el largo de la tortuga y hasta dos veces más ancho. En caso de ser más de una tortuga las dimensiones deberán aumentar al menos un 60% por ejemplar.
Si bien es cierto que el hábitat puede ser de vidrio, es preferible que sea de plexiglás, una resina sintética con aspecto de vidrio. Este material evitará que las tortugas se deslumbren, o queden ciegas por efectos de los haces de luz en el cristal.
Es muy importante saber si nuestra tortuga es terrestre, en cuyo caso será necesario tener un hábitat, que disponga de una pila o envase en el que nuestro reptil se pueda refrescar. Cuidando que el mismo sea pesado o este a ras del sustrato, para evitar que se voltee y el animal derrame su contenido. Si fuera una especie del tipo almizcleras o del fango, el acuario deberá disponer de una zona de tierra firme y otra zona de agua. Ya que estas especies son anfibios, llevan una vida semiacuática. Si por el contrario fueran especies totalmente acuáticas se procurará que aunque todo el acuario este lleno de agua tengan una plataforma donde subir o apoyarse, de menor profundidad, para respirar.
Sustratos
Ahora bien, una de las preguntas importantes puede ser: ¿Qué sustrato debo colocar? O ¿Cuál sustrato me conviene más? Esto también se adaptará al tipo de animal que tengamos.
Por ejemplo si se trata de una especie terrestre en nuestro terrario podemos colocar: tierra, piedras, hojas secas, ramas, césped artificial, viruta gruesa, paja o solo papel de periódico. Cuidando que la tierra no sea de un grano muy fino ni tampoco sea arena, ya que puede aparecer peligro de ingesta o de que se pegue en las mucosas.
En las especies anfibias o acuáticas será preferible colocar grava de grano grueso, recordando colocar una piedra grande o una plataforma hecha con corcho para que las tortugas se apoyen a descansar, en algunos casos se puede hacer una superficie de corcho que se asemeje a la orilla de una playa, donde se vaya de mayor a menor profundidad.
Imagen cortesía de hogarus.com (hogarus.com), todos los derechos reservados